El Barça, a través de sus últimos dirigentes, ha cometido muchos errores durante los últimos años que le han llevado a la situación actual. Una economía maltrecha, una masa salarial que sigue condicionando mercados y unos jugadores, que siguen lastrando el presente financiero de la entidad.
Hay muchos factores para tratar de explicar esta vorágine incontrolada, pero seguramente el hecho que marque el principio de todo se remonta a cuando el Barça vendió a Neymar en 2017. El PSG, ante la supuesta mirada atónita de todos, llegó a Barcelona para abonar su cláusula de 222 millones.
Por aquel entonces, el club estaba dirigido por Josep Maria Bartomeu, que no gestionó ese dinero de la mejor manera. Ante las prisas y el miedo de ser cuestionado, el presidente salió al mercado en busca de un sustituto y acabó fichando a Ousmane Dembélé por una cifra fuera de mercado.
'El mosquito' sigue picando
En aquel mercado de fichajes, el Barça abonó 105 millones fijos por el futbolista francés. Además, el Borussia Dortmund, que se aprovechó de las prisas de los culés, incluyó unos variables que podían hacer ascender la operación hasta los 148 millones de euros.
Un traspaso desproporcionado, que trajo consigo el principio del fin. El Barça no se quedó ahí ya que, en invierno, decidió fichar a Philippe Coutinho por un montante similar. A su vez, eso conllevó el aumento de la masa salarial, que no dejó de crecer.
Los demás futbolistas, que ya estaban empezando a aprovecharse de la época gloriosa que estaban protagonizando desde hacía años, empezaron a pedir sueldos totalmente fuera del mercado actual.
Los 148 millones del traspaso, pagados
Pero todo esto no queda aquí. El Barça sigue arrastrando todo aquello y sigue pagando muchas de esas cosas. Por poner un ejemplo, el club sigue abonando el sueldo desproporcionado que le puso Bartomeu a De Jong para cuadrar las cuentas.
Sin embargo, hay más. Según desvelaban ayer el diario alemán BILD y Fabrizio Romano, el Barça ha acabado abonando todas las variables de la operación Osumane Dembélé, es decir, los 148 millones. Todo, provocado por el tanto que metió el francés con su selección hace un par de días.
Parece surrealista, no obstante, que más de un año después de irse gratis al PSG, el Barça haya seguido pagando por un futbolista que no dio ninguna alegría.