Nico Williams es uno de los grandes nombres del mercado veraniego y tiene un objetivo claro: jugar en el FC Barcelona. El extremo del Athletic Club ha priorizado el proyecto azulgrana por encima de ofertas más potentes en lo económico y ha dejado todo en manos del club catalán. Ahora, mientras Joan Laporta y Deco trabajan en liberar masa salarial, la operación avanza a contrarreloj.
En el Barça existe total acuerdo con el jugador y la intención es clara: pagar su cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Sin embargo, la situación financiera del club obliga a esperar para poder garantizar su inscripción. En ese contexto, el deseo de Nico es firme, pero no ilimitado.
Nico pone fecha límite
El internacional español ya ha transmitido su postura al club: no quiere alargar su decisión hasta finales de agosto. No es para menos: el futbolista quiere evitar que su traspaso se convierta en el típico culebrón de verano. Esta vez quiere que todo esté resuelto antes del arranque de la pretemporada bajo las órdenes de Hansi Flick, prevista para mediados de julio.
Si el Barça no ha resuelto su situación económica antes de esa fecha, Nico Williams deberá replantear su futuro. El joven extremo ya ha cumplido con su parte: rechazó propuestas de la Premier League, del Bayern Múnich y de otros equipos que le ofrecían mejores condiciones económicas. Su sueño es jugar en el Camp Nou, compartir ataque con Lamine Yamal y formar parte de un proyecto ambicioso, pero no quiere que la espera lo perjudique.
Todo está en manos del Barça
Desde el club se valora positivamente la actitud de Nico, su predisposición y su compromiso con la idea de fichar por el Barça. Sin embargo, para inscribirlo se necesita primero una gran venta o un movimiento importante que libere margen de fair play financiero. Joan Laporta y Deco trabajan a destajo para conseguirlo lo antes posible.
El fichaje está muy bien encaminado y la voluntad de ambas partes es clara, pero el tiempo empieza a ser un factor determinante. Si en el FC Barcelona no logran resolver los aspectos económicos en las próximas semanas, corren el riesgo de perder a uno de los fichajes estratégicos del verano. Por ahora, Nico ha puesto su límite, y si no hay movimientos, escuchará otras alternativas.