Muchos son los retos que el Barça sigue enfrentando tanto dentro como fuera del campo. De hecho, una de las principales tareas que generan preocupación en la directiva es la necesidad de ajustar la plantilla del primer equipo. No es para menos: frente a un panorama de constante reestructuración, en el club culé buscan soluciones para que todas las piezas encajen en su nuevo proyecto deportivo.
Con Hansi Flick a la cabeza, las altas esferas del Barça quiere potenciar a los jugadores que realmente aporten un rendimiento positivo en el esquema del técnico alemán. Para Joan Laporta y Deco, la prioridad pasa por reforzar el plantel con talento que se alinee a los objetivos estipulados a inicios de temporada. Sin embargo, estos también tienen en mente deshacerse de jugadores que no cumplen con las expectativas deportivas ni financieras, y hay un jugador en particular.
Un mercado complicado
El mercado de fichajes ha sido un arma de doble filo para el club en los últimos años. Aunque se han cerrado grandes incorporaciones, también ha habido operaciones que no han resultado como se esperaba pese a las grandes expectativas de la afición. Este balance ha obligado a la junta directiva a tomar decisiones firmes respecto a aquellos jugadores que no logran consolidarse en el equipo o que suponen un contratiempo deportivo y financiero.
No es ninguna mentira que la venta de ciertos jugadores se ha convertido en una necesidad para el Barça a fin de aliviar las cuentas y liberar espacio en la plantilla. No obstante, Joan Laporta y Deco están en búsqueda de clubes que estén dispuestos a asumir elevadas fichas o traspasos significativos, lo cual no es una tarea sencilla. En ese contexto, la paciencia del club con ciertos futbolistas ha llegado a su límite y encontrarle un sitio a este jugador se ha vuelto todo un dolor de cabeza.
Tensión en el Barça
Según las últimas informaciones que han surgido en el entorno del FC Barcelona, entre las situaciones más delicadas se encuentra la de Ferran Torres. Su rendimiento ha estado lejos de las expectativas, incluso tras la llegada de Hans-Dieter Flick, quien ha sabido revitalizar a muchos otros jugadores del equipo. En lugar de aprovechar las oportunidades, Ferran Torres siguió acumulando actuaciones discretas y críticas constantes.
Deco lleva tiempo intentando encontrar un club interesado en el jugador, pero el alto costo de 55 millones de euros y el bajo rendimiento han reducido su atractivo en el mercado. Además, Ferran Torres no facilita las negociaciones: su intención es quedarse en el Barça. Todo ello ha agravado un problema que Laporta y Deco intentan resolver con urgencia.