La dirección deportiva del Barça sigue al pie de la letra el momento de transición estratégica que vive el primer equipo. Tras levantar el triplete nacional, Deco y compañía ya piensan en cómo renovar zonas clave del equipo para mantener la competitividad en la élite. Y una de estas posiciones es el mediocampo, donde Frenkie De Jong ha sido pieza importante bajo el mando de Hansi Flick, pero cuyo futuro sigue sin estar del todo claro.
El contrato del centrocampista neerlandés vence en 2026 y aún no hay señales de renovación. La necesidad de encontrar un relevo natural para Frenkie es una conversación abierta dentro del club, no porque no rinda, sino porque su estilo es difícil de encontrar en el mercado. El técnico alemán quiere equilibrio, orden y claridad con balón en esa zona, y en ese contexto, tanto él como su cuerpo técnico creen que la solución está en casa.
Reaparece en el momento justo
Según las últimas informaciones, Marc Bernal, una de las grandes joyas de La Masía, volverá con el primer equipo en agosto tras superar una grave lesión de rodilla. El joven mediocentro culé de apenas 17 años está llamado a ser protagonista en el nuevo Barça. Considerado por muchos como el heredero natural de Sergio Busquets, su flamante regreso coincide con la necesidad de reforzar la medular con un perfil más posicional y táctico.
Bernal tiene todo lo que Flick busca en un ‘5’: inteligencia, serenidad, poder físico y una lectura del juego muy por encima de su edad. Por eso, tanto Deco como el cuerpo técnico ya lo tienen marcado como "prioridad interna". No está en venta, y salvo sorpresa, formará parte de la pretemporada del primer equipo.
Presión con De Jong
Con esta irrupción en el horizonte, De Jong ya no puede permitirse mirar con tranquilidad su situación.Aunque su rendimiento ha sido bueno, la falta de un acuerdo de renovación y su elevado salario lo colocan en una posición vulnerable. Si el Barça recibe una buena oferta, podría considerar su venta, especialmente si Bernal demuestra estar listo para asumir galones.
El neerlandés se mantiene como titular, pero sabe que ya no tiene el camino despejado. El Barça está cambiando, y la apuesta por los jóvenes es firme. Flick no se casa con los nombres, y si Bernal convence durante la pretemporada, la competencia será real.