El Barça se enfrenta, una vez más, a un verano marcado por las limitaciones del Fair Play. Aunque en enero se llegó a la norma 1:1 —que permite gastar un euro por cada euro liberado—, la situación sigue siendo delicada. La Liga ya ha advertido que la operación de ingresos a través de los Palcos VIP no cumple con los requisitos exigidos, y por tanto, el club continúa oficialmente excedido.
Este revés ha caído como un jarro de agua fría en la planificación deportiva de Deco y la dirección del club. Se esperaba que el margen para realizar fichajes este verano fuera mayor, pero el escenario vuelve a ser restrictivo. El Barça, por tanto, deberá actuar con mucha cautela en el mercado, y sobre todo, centrarse en aligerar gastos antes de pensar en nuevas incorporaciones.
El Barça tiene que aligerar la masa salarial
Para poder fichar, el club está obligado a reducir la masa salarial. Hay varios nombres encima de la mesa, pero uno de los que más urge es el de Ansu Fati. El delantero no ha logrado entrar en los planes de Hansi Flick y ni siquiera yendo convocado.
Su salario es elevado, y dado que no cuenta deportivamente, su salida es prácticamente obligada. Además, otra opción que se está valorando en los despachos es la renovación de Frenkie de Jong con una reestructuración de su contrato. La idea sería diferir parte de su sueldo para aliviar la carga actual, pero asegurando su continuidad más allá del 2026.
El negocio que están preparando Atlético de Madrid y Barça
En este sentido, el Barça y el Atlético de Madrid están trabajando en una operación que podría suponer un pequeño respiro financiero para los azulgranas. Clément Lenglet, actualmente cedido en el conjunto colchonero, podría quedarse en el equipo de Simeone en propiedad. Según El Nacional, el traspaso se cerraría en torno a los 8 millones de euros.
Esta operación sería doblemente beneficiosa para el Barça: por un lado, recibiría una cantidad directa que podría destinar al balance; por otro, se desprendería de un salario excesivo. Todo encaja para que el acuerdo se cierre en las próximas semanas.
Su salario es un problema y el Barça tiene grandes centrales
Lenglet, además de no contar ya para el club, ocupa una plaza en una posición donde el Barça tiene bien cubierta la defensa. Con jugadores como Ronald Araújo, Pau Cubarsí, Eric Garcia e Íñigo Martínez, la rotación de centrales está más que asegurada.
Por eso, desprenderse del central francés es una necesidad urgente. Su salida ayudaría al club a avanzar en el cumplimiento del Fair Play y daría margen para planificar fichajes que sí encajen con las necesidades reales del proyecto de Hansi Flick.