El Barça tiene grandes planes para el próximo mercado de fichajes, con la intención de reforzar la plantilla y competir al más alto nivel en todas las competiciones. La directiva se prepara para aprovechar una importante inyección económica que provendrá de dos fuentes clave.
El nuevo contrato multimillonario con Nike y el retorno al Camp Nou, tras su remodelación, generarán importantes ingresos por taquilla y patrocinio. Este impulso financiero permitirá al Barça hacer fichajes de primer nivel, y Laporta quiere dar un golpe sobre la mesa con grandes incorporaciones como Haaland.
El noruego, una de las grandes estrellas del fútbol mundial, es el delantero soñado por el Barça para liderar su ataque durante los próximos años. Aunque su fichaje será complicado, el Barcelona confía en que, con el apoyo de Nike y el Camp Nou lleno, podrán presentar una oferta lo suficientemente atractiva cuando llegue el momento.
El Barça tiene que dejar salir para que puedan entrar los fichajes
Para facilitar estos fichajes millonarios, el club necesita hacer espacio en su plantilla y, sobre todo, liberar masa salarial. En este sentido, dos de los nombres que han sonado con más fuerza desde hace meses como más que posibles ventas son Frenkie de Jong y Ronald Araujo.
Ambos jugadores, por su rendimiento y juventud, tienen un gran valor de mercado y podrían generar ingresos significativos para el club. No obstante, tanto el neerlandés como el uruguayo han dejado claro que no tienen intención de abandonar el Barça.
Por eso, el Barça viene teniendo un problema con ello. Nadie quiere salir del equipo y por lo tanto, cuesta hacer caja. El club no quiere repetir errores del pasado inflando la masa salarial y sabe que necesitará vender para fichar.
Laporta cierra una operación relámpago de 40 millones
En este contexto, el Barça estaría a punto de realizar una operación importante en el próximo mercado de invierno, según informa el portal 'Madrid-Barcelona'. Joan Laporta, presidente del club, estaría ultimando los detalles de una venta que proporcionaría al Barça un alivio financiero significativo.
La operación en cuestión sería la de Andreas Christensen, quien se marcharía al Paris Saint-Germain por una cifra cercana a los 40 millones de euros. Esta venta ayudaría al club a equilibrar sus cuentas y a generar espacio salarial para posibles incorporaciones futuras.
Christensen, que llegó al Barcelona procedente del Chelsea gratis y se ha consolidado como un pilar en la defensa blaugrana, ha atraído la atención de Luis Enrique Martínez. Aunque la salida del danés supondría una pérdida importante en la zaga del Barça, la necesidad de mejorar la situación económica del club habría llevado a Laporta a considerar esta oferta.