El FC Barcelona afronta un mercado de fichajes veraniego decisivo en su planificación deportiva luego de una temporada extraordinaria. A pesar de los resultados, Hansi Flick ha sido claro con la dirección deportiva culé: es urgente incorporar atacantes desequilibrantes, capaces de marcar diferencias en los metros finales. Con la salida de Ansu Fati sobre la mesa y la falta de recambios para Lamine Yamal y Raphinha, el club necesita asegurar nombres que eleven el nivel del ataque.
En ese sentido, la secretaría técnica encabezada por Deco ha trabajado en distintas alternativas. Nico Williams era uno de los favoritos, pero su cláusula de 60 millones y su alto salario complican la operación. Por otro lado, la apuesta de Deco era Luis Díaz, aunque está cada vez más lejos del Camp Nou por las limitaciones económicas y la falta de consenso en el club.
Una nueva estrella en el radar
Frente a ese panorama, el nombre de Marcus Rashford ha ganado fuerza en las últimas horas: el inglés con experiencia en la élite se presenta como una oportunidad inesperada y atractiva. La noticia más impactante es que Rashford solo contempla un destino, y ese es el FC Barcelona. Así se lo ha comunicado a su entorno, que está dispuesto a presionar al Manchester United para que facilite su traspaso siempre que el destino sea el Barça.
Según las últimas informaciones, Rashford ha rechazado otras propuestas y su predisposición para adaptar su salario a la realidad económica del club catalán ha sido bien recibida por la directiva. Además, su agente fue visto recientemente con Deco en Barcelona, lo que confirma que las negociaciones están en marcha. Aunque el United ha fijado su precio en 48 millones de euros, el Barça trabaja para lograr una cesión con opción de compra, dado que primero necesita liberar espacio salarial.
Todo depende del Barça
En Manchester ven con buenos ojos la salida de Rashford, ya que buscan empezar una nueva etapa bajo el mando de Rubén Amorim y el inglés no entra en los planes. Sin embargo, no están dispuestos a pagar parte de su ficha, lo que obligaría al Barça a ajustar su economía para poder afrontar la operación. Evidentemente, la buena voluntad de Marcus Rashford, que ya estuvo cerca de llegar en el pasado invierno, podrían marcar la diferencia esta vez.
La clave del fichaje está ahora en las manos del club azulgrana: si logra cerrar algunas ventas y reordenar su estructura salarial, Rashford será nuevo jugador culé más pronto que tarde. Para Flick, se trata de una apuesta fuerte, pero también ilusionante. Las próximas semanas serán determinantes para saber si el inglés termina aterrizando en Barcelona.