El Manchester United ha decidido que Marcus Rashford no formará parte del nuevo proyecto que dirigirá Rubén Amorim. El técnico portugués no ve al atacante inglés como pieza útil y ha autorizado su salida este mismo verano. El club ya ha fijado el precio de traspaso en 40 millones de libras, unos 46 millones de euros.
Esa cifra coincide con la opción de compra que tenía el Aston Villa, equipo en el que jugó cedido esta temporada. Sin embargo, su rendimiento no convenció lo suficiente como para ejecutar esa cláusula, y regresará a Old Trafford. Ahora, el objetivo es encontrarle destino antes del inicio de la pretemporada.
El Barça se posiciona en la carrera
Uno de los clubes que más ha seguido su situación es el FC Barcelona, que valora su perfil ofensivo polivalente. Hansi Flick ve en Rashford un complemento perfecto para reforzar la banda izquierda y el centro del ataque. Su llegada permitiría dosificar a Robert Lewandowski y aumentar la competitividad en el frente ofensivo.
La dirección deportiva azulgrana considera asumible el coste del traspaso si se logra una fórmula de pago aplazado. Además, su edad —26 años— encaja con el tipo de futbolista que el club quiere incorporar en este nuevo ciclo. El Barça cree que, en un entorno favorable, Rashford puede recuperar su mejor nivel y rendir al máximo.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el Barça ya ha definido las bases de un posible contrato para Rashford. El delantero firmaría por cuatro temporadas, hasta junio de 2029, con un salario inicial de 6 millones netos. Esa cifra crecería progresivamente por objetivos individuales, títulos y minutos disputados durante la campaña.
El club ha incluido además una cláusula de rescisión de 400 millones de euros para blindar al jugador desde el primer día. El sueldo se ajusta al nuevo esquema salarial que busca contener costes sin perder atractivo para los fichajes. Rashford estaría dispuesto a rebajar su ficha respecto a la Premier si tiene minutos y protagonismo.

Un fichaje estratégico para Flick
Flick valora especialmente la capacidad del jugador para moverse por todo el frente ofensivo con velocidad y llegada. Puede jugar como extremo, segundo punta o referencia ofensiva, adaptándose a diferentes esquemas tácticos con facilidad. Su experiencia en la élite europea también es un punto a favor dentro del vestuario azulgrana.
El técnico alemán considera que el Barça necesita más recursos ofensivos para competir en todos los frentes la próxima temporada. Y Rashford, pese a su año irregular, sigue siendo un nombre de peso con margen de mejora evidente. El club ya trabaja en liberar masa salarial para ejecutar este tipo de movimientos.
Más allá del interés del Barça, hay otros clubes que han preguntado por su situación en las últimas semanas. El Bayern de Múnich y el PSG también han contactado con su entorno para explorar una posible negociación. Sin embargo, Rashford prefiere LaLiga y la idea de jugar en un proyecto como el del Camp Nou.
En los próximos días se espera que el jugador tome una decisión definitiva sobre su futuro inmediato. El Barça ya ha hecho su parte: conoce el precio, tiene preparada la oferta y espera la respuesta. Todo está listo para que Marcus Rashford vista de azulgrana… si él quiere.