Joan Laporta recibió una llamada que no esperaba en pleno mes de agosto, cuando el mercado arde. El presidente del Barça atendió con sorpresa a su interlocutor, consciente de que sus palabras siempre pesan demasiado. No era un agente ni un directivo, sino la voz más influyente en la historia azulgrana.
Leo Messi, desde Miami, aprovechó unos minutos libres para compartir una petición directa hacia la directiva culé. No se trataba de un simple consejo, sino de una insistencia cargada de confianza y convicción. El rosarino cree que hay un jugador ideal para reforzar el ataque y lo dejó muy claro.
Laporta escuchó con atención, sabiendo que Messi rara vez se pronuncia públicamente sobre fichajes, y menos aún en privado. Sin embargo, la conexión entre ambos sigue viva y el astro argentino no dudó en expresar su visión. “Tenéis que ficharlo, el Barça lo necesita”, fue la frase que repitió varias veces.

Una recomendación que no pasa desapercibida
En la cúpula deportiva tomaron nota de inmediato, aunque Deco ya conocía bien la situación de este futbolista. Su nombre ha sonado en distintos mercados, pero hasta ahora nunca se había considerado un objetivo prioritario en el Camp Nou. La llamada de Messi, sin embargo, puede cambiar radicalmente ese escenario.
El jugador en cuestión se encuentra en plena madurez competitiva, con experiencia en las grandes ligas y en Champions. Su trayectoria está marcada por el sacrificio, el olfato goleador y una polivalencia que encaja en varios sistemas ofensivos. En el Barça, creen que su adaptación sería inmediata y que ofrecería soluciones distintas a Flick.
No es ningún secreto que Flick necesita más alternativas ofensivas, sobre todo tras un inicio de temporada exigente. La victoria en Mallorca dejó buenas sensaciones, pero evidenció que la plantilla necesita más dinamismo en determinados momentos. De ahí que las palabras de Messi hayan sido recibidas como un argumento adicional para reforzar el ataque.

La situación contractual, una oportunidad
El contexto de este futbolista abre una ventana interesante que el Barça podría aprovechar antes del cierre de mercado. Su actual club atraviesa semanas de incertidumbre, con tensiones internas y un entrenador que no ha logrado encajarlo. Pese a tener contrato vigente, el jugador no está satisfecho con su rol ni con la dinámica del equipo.
Este descontento podría facilitar una negociación, aunque la operación no sería sencilla desde el punto de vista económico. La entidad propietaria pagó una cifra elevada por su fichaje y no quiere regalarlo en ningún caso. Pero el Barça considera que, con ventas como la de Marc Casadó o la salida de Iñaki Peña, puede abrir espacio.
Desde el entorno del futbolista aseguran que vería con buenos ojos un cambio inmediato y el Camp Nou le seduce.
La conexión Messi-Barça vuelve a escena
Laporta sabe que cuando Messi recomienda un fichaje lo hace desde la experiencia y el conocimiento de vestuario. Por eso, las palabras del argentino no se entienden como un simple capricho, sino como un aval incuestionable. Además, la afición culé siempre recibe con ilusión cualquier gesto que acerque al rosarino al día a día del club.
En las próximas semanas, Deco y Flick analizarán la viabilidad de esta operación en función de las salidas confirmadas. El técnico alemán está abierto a sumar un delantero que pueda complementar a Lewandowski y dar descanso en rotaciones. La presión externa de Messi puede acelerar el proceso.
Finalmente, tras tantos rumores, ya no hay misterio sobre la identidad del futbolista recomendado por Leo. Se trata de Julián Álvarez, que no está cómodo en el Atlético de Madrid y valora seriamente su futuro. El delantero argentino es íntimo amigo de Messi y podría convertirse en la última gran sorpresa del verano.