Xavi ha ido tocando teclas en su etapa como entrenador del Barça hasta llegar a sentirse cómodo con el 'cuadrado' actual. Pero lo cierto es que en el ADN del club está utilizar el 4-3-3 como formación, en la que el mediapunta no encaja del todo. Así, nombres como Griezmann o Coutinho en los últimos años han tenido que reinventarse como falso 9 o extremo.
Es algo que también les ocurre a los mediocentros ofensivos provenientes de otros equipos y que llegan a La Masia. Se ven obligados a cambiar de esquema, normalmente acostumbrados a un 4-2-3-1. Pero esto, con Roberto Tomás, está siendo diferente.
El jugador del Cadete A está siendo absolutamente diferencial esta temporada. Tras ser fichado el curso pasado del Cornellà, su explosión en el MIC como goleador en la categoría sub-16 no es una sorpresa. En su equipo no juegan con un '9' clásico, por lo que Roberto Tomás se alterna con Adir Guerrero.
Menor con mucho futuro
Tomás marcó siete goles en siete partidos con el equipo que dirige Arnau Blanco en el MIC. Ejerce como falso nueve, pero también como interior gracias a su facilidad para jugar entre líneas. Allí, su facilidad para girar y su buen remate de primeras le convierten en un atacante peligrosísimo para el rival.
A pesar de ser cadete de primer año (es nacido en el 2009), lleva 10 goles, los mismos que el pichichi Sama Nomoko. La temporada pasada ya anotó 28 tantos en liga con el Infantil A de David Sánchez. Antes, había participado en torneos invitados por el Barça en los que mostró un gran nivel.
Ganador
Proviene de la cantera del Elche, desde donde se desplazó hasta Catalunya, algo que facilitó su fichaje por el Cornellà. Una vez en tierras catalanas, su llegada al Barça estaba mucho más cerca.
Este año va camino de conseguir un doblete. Su gol contra el Espanyol fue determinante en semifinales del MIC para llegar a la final contra el Girona (1-0).
Después de poder saborear la conquista del MIC en categoría Sub-16, Roberto Tomás y sus compañeros podrían asegurarle la liga en breve. Aventajan en 16 puntos a sus perseguidores Girona (con un partido menos) y Espanyol. Por ello, el Cadete A del Barça podría cantar el alirón en dos semanas.