El FC Barcelona no atraviesa su mejor momento. Tras los recientes tropiezos ante el Betis, Las Palmas, el Celta de Vigo y la Real Sociedad, las alarmas han comenzado a sonar.
A pesar de haber ofrecido un gran nivel durante el inicio de la temporada, el equipo muestra señales de fatiga, falta de intensidad. Pero sobre todo, una preocupante dependencia de Lamine Yamal.
Lamine Yamal, el pilar que no tiene sustituto
La ausencia de Lamine Yamal en los partidos ante Osasuna, Celta y Real Sociedad ha dejado en evidencia un problema claro. El Barça no tiene un plan B ofensivo cuando su joven estrella no está en el campo. El equipo no logró ganar ninguno de esos encuentros, reflejando su incapacidad para generar alternativas en ataque sin la creatividad y el desequilibrio que aporta el prodigio de 17 años.
Con Robert Lewandowski liderando la delantera y jugadores como Raphinha ofreciendo rendimiento constante, se esperaba que los suplentes pudieran asumir responsabilidades cuando fuera necesario. Sin embargo, futbolistas como Ansu Fati, Ferran Torres y Pau Víctor no han estado a la altura de las expectativas.
La falta de profundidad en el ataque preocupa
El Barça sufre un déficit claro en la delantera. Mientras que los titulares garantizan un nivel competitivo, los suplentes no han logrado aportar lo necesario para mantener el nivel del equipo.
- Ansu Fati y Ferran Torres han mostrado destellos de calidad, pero no logran adaptarse a un rol de suplente efectivo.
- Pau Víctor, a pesar de su talento, aún no tiene la experiencia suficiente para ser una opción confiable en partidos de alta exigencia.
Ante esta situación, Laporta y la dirección deportiva saben que es imprescindible reforzar el ataque para garantizar que el equipo sea competitivo en las competiciones.
El mercado de fichajes como solución
El Barça ya está trabajando en identificar opciones en el mercado que puedan fortalecer la delantera. La prioridad es encontrar un jugador versátil, con experiencia y capacidad para aportar calidad tanto como titular como desde el banquillo.
En este contexto, un nombre que ha surgido como una posibilidad interesante es el de Mohamed Salah. Pero no es oro todo lo que reluce, su llegada podría causar problemas para Lamine. Vería su progresión cortada al tener que competir en la misma posición con el egipcio, y podría no sentarle bien.
El delantero egipcio del Liverpool está en el radar del FC Barcelona. Salah, cuyo contrato con el club inglés finaliza en 2025, atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera. Sin embargo, su futuro en Anfield está lleno de incertidumbre.
El Liverpool aún no le ha presentado una oferta de renovación, lo que podría abrir la puerta a su salida. Esto convierte a Salah en una oportunidad única para el Barça, que necesita un delantero capaz de competir al máximo nivel y aportar experiencia.
Salah destaca por su velocidad, visión de juego y capacidad goleadora, cualidades que lo convierten en un jugador ideal para complementar a Lamine y Lewandowski.
Su llegada no solo fortalecería el ataque, sino que también ofrecería una competencia sana para los actuales titulares, elevando el nivel general de la plantilla.
Laporta y Flick, en busca de la fórmula perfecta
Joan Laporta y Hansi Flick saben que fichar a Salah no será sencillo. Competir por su firma requerirá un esfuerzo económico considerable, además de negociar con un Liverpool que, aunque podría perderlo gratis en 2025, no lo regalará.
Sin embargo, el Barça tiene claro que necesita dar un golpe de autoridad en el mercado. Incorporar a un jugador de la talla de Salah enviaría un mensaje claro. El club está decidido a recuperar su posición entre los mejores equipos de Europa.
Con el objetivo de competir tanto en LaLiga como en la Champions League, reforzar la delantera es una necesidad ineludible para el Barça. La posible llegada de Mohamed Salah no solo cubriría esa carencia, sino que también consolidaría al equipo como un serio contendiente en todas las competiciones.
El próximo verano promete ser clave para el proyecto azulgrana. Laporta y Flick tienen el reto de encontrar soluciones que no solo alivien los problemas actuales, sino que aseguren el futuro del club.