El Barça lo estuvo pasando realmente mal ayer frente al Rayo Vallecano. En un campo donde el conjunto culé se le venía atragantando, la primera parte no invitaba al optimismo de poder cosechar una victoria más de 5 años después. Sin embargo, la entrada de Dani Olmo al descanso por Ferran fue ese soplo de aire fresco que necesitaba el equipo.
Un debut inmejorable
Aunque nunca se cuestionó la calidad de Dani, y más después de su fantástica Eurocopa, sí que había dudas acerca de su encaje en el equipo de Flick. Incluso mucha gente no creía que se debía hacer tal desembolso en su fichaje viendo las necesidades en otras posiciones. Pues bien, en tan solo 45 minutos, Olmo se encargó de silenciar todas esas dudas.
Salió por Ferran y se colocó donde más le gusta, detrás del punta, actuando como se suele decir hoy en día de diez. Con ese ajuste y con Raphinha desplazado a banda izquierda, el Barça comenzó a crearle problemas a la defensa del Rayo que en la primera parte se había mostrado inexpugnable. Un tiro al larguero y más de un destello de calidad en sus primeros minutos daban entrever que su debut podía ser memorable.
El gol que iniciaba la remontada nació de sus botas, y más tarde una combinación con Lamine Yamal ponía la guinda a su partido y certificaba la tercera victoria consecutiva. Su presencia no solo mejoró el juego del equipo, sino que hizo que sus compañeros mejoraran también el nivel.
En una afición con escasez de ilusión, el debut de Dani invita a pensar que su temporada puede ser muy buena. Está en un estado de forma brutal, arrastrado desde la Eurocopa, y la conexión con Lamine y Pedri, compañeros en la selección, es espectacular. Aunque dicha exhibición se vio manchada por la mala noticia de la grave lesión de Marc Bernal.
Segundo partido en la misma dinámica
Olmo ha llegado a la Ciudad Condal para silenciar a los críticos. El jugador aporta dinamismo, genera espacios y añade mucho juego al equipo. Su sintonía con Pedri es más que evidente, lo que permite a Raphinha contar con mayor libertad para crear y demostrar su talento. Un claro ejemplo de esto es el hat-trick del brasileño.
Además, el Barça puede ejercer una presión alta con Olmo recuperando balones en campo contrario, lo que facilita la creación de oportunidades de gol.
Aún es pronto, pero no debería ser una sorpresa que Dani Olmo acabara el curso con doble dígitos en goles o asistencias. La delantera formada por Lewandowski, Raphinha, Lamine Yamal y por detrás Olmo son nombres que imaginan a pensar que porque no se puede soñar grande esta temporada.