El caso Nico Williams se ha convertido, por méritos propios, en uno de los culebrones más decepcionantes del verano. Tras meses de negociaciones discretas y una confianza plena en su fichaje, el Barça ha visto cómo el jugador ha renovado con el Athletic Club hasta 2035. Un movimiento que, lejos de sorprender, ha indignado a los responsables deportivos del club azulgrana.
Deco y Joan Laporta se sienten traicionados por la manera en que se ha gestionado la operación desde el entorno del futbolista. Consideran que no se ha actuado con transparencia ni buena fe. Especialmente después de que se filtraran las cifras escandalosas que exigía el jugador para firmar por el Barça.
Nico Williams con la selección | @nicolas_williams9
Condiciones imposibles: el Barça dijo basta
Fuentes internas aseguran que el acuerdo estaba prácticamente cerrado, pero todo saltó por los aires a última hora. Nico Williams cambió las condiciones pactadas, exigiendo una serie de privilegios que el club calificó como "inasumibles e irrespetuosos". Fue entonces cuando Laporta dio orden directa de paralizarlo todo.
Entre otras cosas, el jugador pedía un puesto asegurado como titular indiscutible en su banda izquierda, sin aceptar rotaciones. Además, quería una prima de fichaje multimillonaria tanto para él como para su agente. Pero lo que terminó por dinamitar la negociación fue el sueldo.
Nico Williams con la camiseta del Athletic Club | @nicolas_williams9
Nico reclamaba nada menos que 15 millones netos por temporada, con cláusulas automáticas de subida por rendimiento. En caso de ganar títulos o cumplir ciertos objetivos, su ficha escalaría hasta los 27 millones netos anuales. Se convertiría, de facto, en el jugador mejor pagado del vestuario, por encima de Pedri, Gavi, Raphinha y hasta Lamine Yamal.
Además, su contrato debía extenderse mínimo seis años, blindado ante cualquier posible venta. Todo ello, sin haber vestido aún la camiseta del Barça ni demostrar su valía en el Camp Nou. En la directiva, estas demandas fueron recibidas con estupor y enfado.
Nico Williams jugando con el Athletic Club | Athletic Club
Laporta rompe la negociación y cierra la puerta
Laporta y Deco coincidieron rápidamente en que no valía la pena insistir. El Barça, aunque convencido del potencial de Nico, no está dispuesto a hipotecar su estructura salarial. Menos aún por un jugador que ha demostrado muy poco fuera del ecosistema de San Mamés.
Desde ese momento, el nombre de Nico Williams fue borrado de la agenda. Laporta lo comunicó a Flick y al vestuario: no habrá más llamadas, ni segundas oportunidades. La decisión del jugador y de su entorno fue vista como una traición directa al club y al proyecto.
Nico Williams con el Athletic | @nicolas_williams9
Fuera de los despachos, la noticia también ha causado molestias dentro del vestuario culé. Algunos compañeros cercanos al entorno del navarro no comprenden su cambio de actitud. Especialmente después de que fuera él mismo quien se ofreciera al Barça hace apenas unas semanas.
En la plantilla, se empieza a percibir un hartazgo generalizado con este tipo de perfiles que priorizan el dinero y el estatus. Flick ha dejado claro que solo quiere jugadores comprometidos, ambiciosos y, sobre todo, realistas. Nico ha fallado en los tres puntos.
El Barça ya tiene sustituto: más talento y menos ego
Tras el rechazo de Nico, la dirección deportiva no ha perdido tiempo. Deco y Flick trabajan desde hace días en cerrar una alternativa de nivel, mucho más asequible en lo económico. Un perfil joven, con hambre y potencial de estrella global.
En ese sentido, el favorito del cuerpo técnico ahora es Luis Díaz, extremo colombiano del Liverpool. Un futbolista que sí ha mostrado voluntad de venir, y cuya situación contractual podría permitir una operación estratégica.
Mientras tanto, Nico Williams seguirá en Bilbao… pero ya no interesa a nadie en el Camp Nou.