El FC Barcelona lo tenía todo preparado para cerrar una de las operaciones más importantes de su nuevo ciclo. Desde que Hansi Flick aterrizó en el banquillo, pidió un perfil muy concreto para completar su tridente ofensivo. Un jugador joven, desequilibrante, con experiencia en Europa y visión de juego entre líneas.
Durante meses, Deco trabajó en silencio para cumplir el deseo del técnico alemán. La prioridad era clara y todo giraba en torno a ese nombre. El problema era otro: la competencia venía con un músculo financiero que el Barça no podía igualar.

Una cláusula millonaria que nadie pensó pagar… hasta ahora
El jugador en cuestión había dejado señales claras de interés por vestir la camiseta azulgrana. Incluso desde su entorno se filtró una simpatía histórica por el modelo Barça. Pero el fútbol moderno no entiende de romanticismos cuando hay millones de por medio.
En las últimas horas, un gigante de la Premier League ha irrumpido con una propuesta fulminante. La cláusula de rescisión de 150 millones ha sido pagada íntegramente. Sin negociaciones, sin cesiones, sin plazos: una apuesta total por su talento.
En Can Barça no ha sentado nada bien este desenlace. Sabían que era difícil, pero no esperaban perderlo tan pronto. Flick ha quedado descolocado y Deco, obligado a reformular sus planes.

Sus números lo avalan como uno de los mejores del continente
El rendimiento del futbolista esta temporada ha sido espectacular. Ha disputado 45 partidos oficiales, anotando 16 goles y repartiendo 15 asistencias. Su influencia en el juego de su equipo ha sido total.
Se trata de un futbolista capaz de leer los espacios, romper líneas y asociarse en corto con una precisión quirúrgica. Tiene regate, último pase y una madurez impropia de su edad. Por todo ello, era el gran favorito del cuerpo técnico para reforzar la banda izquierda.
Hansi Flick lo conoce bien y lo consideraba clave en su idea de juego. Iba a ser el acompañante ideal para Lamine Yamal y Raphinha en el nuevo ataque culé.

El Barça no pudo competir… ni por salario ni por estructura
Aunque hubo acercamientos, el Barça nunca estuvo en condiciones de competir económicamente. Las limitaciones del fair play financiero obligaban a maniobras previas que no llegaron a tiempo. Mientras tanto, desde Inglaterra se preparaba una ofensiva definitiva.
El club catalán incluso se planteó incluir jugadores en la operación, pero la oferta de su rival era irrechazable. No solo pagaban la cláusula, sino que también ofrecían un salario neto de estrella mundial.
El jugador lo valoró todo. Quería venir al Barça, pero su entorno le recomendó aceptar el reto inglés. Y él, con ambición, ha dado el paso.

Un golpe doloroso a la planificación azulgrana
Desde el vestuario ya se han producido las primeras reacciones. Varios compañeros, entre ellos Pedri, estaban entusiasmados con su posible llegada. Su fichaje era visto como un salto cualitativo al proyecto de Flick.
Ahora, todo se tambalea. El Barça deberá buscar otras opciones en un mercado complicado y sobrecalentado. Aunque hay alternativas, ninguna tiene el perfil completo que aportaba este jugador.
La dirección deportiva lo asume como un fracaso táctico, pero no se detendrá. El objetivo sigue siendo construir un equipo competitivo a medio plazo, con o sin este fichaje.
El desenlace ya es oficial. El club que ha ganado la puja es el Liverpool. Se ha llevado al futbolista por 150 millones, convirtiéndolo en uno de los fichajes más caros de la historia.
Y sí, el gran objetivo del Barça este verano no era otro que Florian Wirtz. El alemán se marcha a Anfield y deja a Flick sin su pieza más deseada.
Una oportunidad perdida que duele… y mucho.