El jugador portugués lleva varias temporadas saltando de un equipo a otro sin lograr consolidarse. Esta vez, sin embargo, el desenlace apunta a ser distinto.
Ni en el Atlético, ni en el Chelsea, ni en su última etapa cedido en el Milan logró cumplir expectativas. João Félix ha vivido una trayectoria irregular, marcada por destellos de talento que nunca se han traducido en constancia. El sueño de triunfar en un grande parece cada vez más lejano.
Durante semanas, su agente Jorge Mendes ha trabajado intensamente en busca de una salida definitiva. Desde Londres hasta Arabia, pasando incluso por Barcelona, ha sondeado todas las puertas disponibles.
El Barça no contempla su regreso
Pese a su breve paso por el Camp Nou, en Barcelona se llegó a especular con su posible regreso. Laporta mantiene una excelente relación con Mendes, lo que abrió cierta esperanza a esa posibilidad. Sin embargo, el contexto actual es completamente diferente al del pasado verano.
Hansi Flick ha sido tajante en su planificación: no quiere jugadores con ese perfil intermitente. El nuevo técnico busca piezas comprometidas, con sacrificio defensivo y regularidad sobre el césped. João Félix no entra en esa ecuación.
Además, el Barça se encuentra en plena reestructuración económica y deportiva. No hay hueco para operaciones de riesgo que impliquen salarios altos sin impacto garantizado. El foco está en reforzar posiciones clave con jugadores fiables, no en revivir apuestas fallidas.

Rechazado por los grandes de Europa
Desde Inglaterra tampoco llegaron ofertas formales por su fichaje, pese a algunos contactos preliminares. El Chelsea, propietario de sus derechos, ya dejó claro que no cuenta con él para el futuro. Su rendimiento con los ‘blues’ no justificó una nueva oportunidad.
En Italia, su paso por el Milan fue aún más decepcionante. Aunque comenzó con minutos y alguna buena actuación, acabó desaparecido del once titular. Ni Pioli ni su sucesor lograron reconectar al portugués con su mejor nivel competitivo.
Ante este panorama, Jorge Mendes ha tenido que mirar en otra dirección. Y ha encontrado un destino donde todo encaja: minutos, cariño y un proyecto adaptado a sus características.

Una operación asumible para todas las partes
El acuerdo está cerrado y será en forma de traspaso, no de cesión como en experiencias previas. Las cifras no son escandalosas, pero permitirán al Chelsea recuperar una parte del dinero invertido. Para el nuevo club, en cambio, se trata de una oportunidad de mercado con poco riesgo.
El entorno del jugador valora positivamente el cambio de rumbo. Necesita estabilidad, confianza y un contexto donde vuelva a sentirse importante. El nuevo destino cumple todos esos requisitos, y además, tiene una carga emocional importante.
Desde el vestuario ya hay buenas sensaciones. No llega como estrella, sino como una pieza que puede recuperar su mejor versión si se lo propone. Y el club, pese a no estar entre los gigantes actuales, ofrece un entorno ideal para ello.
Sí, es oficial. João Félix volverá a vestir la camiseta del Benfica, el club que le vio nacer como profesional. Allí brilló con luz propia antes de dar el salto al Atlético de Madrid por más de 120 millones de euros.
En Lisboa creen que puede reencontrarse con su mejor fútbol lejos de la presión mediática de las grandes ligas. El Benfica, además, utilizará parte del dinero que ingresará por la venta de Álvaro Carreras al Real Madrid para financiar esta operación.
João Félix vuelve a casa, pero con una lección aprendida: talento sin constancia no basta en la élite.