A sus 18 años, Lamine Yamal ya es considerado por muchos como el mejor jugador del mundo en proyección. Su impacto en el Barça ha sido tan brutal como precoz, y no hay partido en el que no centre todos los focos. Aunque ante el Rayo Vallecano no firmó su mejor actuación, volvió a ser el más autocrítico tras el encuentro, reconociendo que al equipo “le faltó intensidad” para sacar los tres puntos.
Ese tipo de declaraciones reflejan su carácter y liderazgo. Pero también lo exponen. Porque mientras en el campo nadie duda de su talento, fuera del césped empiezan a surgir fricciones, especialmente en la concentración de la selección española.
Según El Nacional, Lamine está teniendo problemas de convivencia con varios compañeros.
Choques internos en la Roja
Una de las tensiones más comentadas es con Fermín López, compañero suyo en el Barça. Todo nace de un conflicto anterior: Gavi estaría peleado con Fermín, y Lamine, unido al de Los Palacios, se habría posicionado claramente de su lado.

Aunque ninguno de los implicados lo ha hecho público, el ambiente dentro del vestuario se ha vuelto tenso. Las miradas, los silencios y los pequeños gestos marcan la diferencia.
Esta división no solo afecta al grupo del Barça. Según las mismas fuentes, Dani Carvajal y Dean Huijsen, del Real Madrid, también han tenido sus roces con Lamine. ¿El motivo? Su actitud provocadora hacia el madridismo.
En redes, en declaraciones o incluso en gestos sobre el césped, Lamine nunca ha escondido su anti-madridismo, algo que no encaja bien con algunos veteranos de la selección.
La doble cara de ser una estrella
Este tipo de conflictos son casi inevitables cuando un jugador tan joven asume tanto protagonismo en tan poco tiempo. Lamine está siendo tratado como una súper estrella, y lo es. Pero también necesita gestionar esa fama en un entorno donde conviven egos, rivalidades históricas y códigos internos no escritos.
En el Barça lo protegen, aunque saben que no pueden evitar que las tensiones de la selección afecten al grupo. Gavi, Fermín y Lamine deberían ser el núcleo del futuro culé, pero ahora mismo esa armonía está rota. Y si las cosas no se reconducen, podría tener consecuencias dentro y fuera del campo.
Un reto para De la Fuente
El seleccionador nacional, Luis de la Fuente, tiene ahora el reto de garantizar la convivencia entre los jóvenes. Porque si Lamine ya es la joya de la Roja, necesita un entorno donde brille sin conflictos.