El FC Barcelona atraviesa un momento delicado. Tras encadenar dos pinchazos consecutivos en LaLiga, el equipo dirigido por Hansi Flick parece haber perdido la comodidad y solidez que mostró en el inicio de la temporada.
Uno de los principales problemas es la ausencia de Lamine Yamal. El joven talento se ha consolidado como una figura clave para el ataque azulgrana, y su baja ha dejado un vacío evidente. Lamine genera peligro con su capacidad de desborde, y su presencia abre espacios para sus compañeros, permitiendo una mayor fluidez en el juego ofensivo.
En defensa, la situación no es mejor. Los errores defensivos y la falta de concentración están penalizando al Barça en momentos cruciales. Jugadas que deberían ser de trámite terminan convirtiéndose en goles en contra, y la pasividad en la zaga ha encendido las alarmas.
El vestuario, en tensión
La combinación de malos resultados y fallos individuales ha generado tensiones dentro del vestuario. Las críticas públicas de Gavi tras el empate en Balaídos contra el Celta han añadido un nuevo problema a Hansi Flick. Ahora enfrenta un desafío para recuperar la armonía del equipo.
El partido en Vigo parecía controlado con un 0-2 a favor del Barça, pero dos errores puntuales lo cambiaron todo. Koundé cometió un fallo defensivo que propició el primer gol del Celta, mientras que Casadó, con una expulsión evitable, dejó al equipo con diez jugadores.
Tras el partido, Gavi no se mordió la lengua y señaló directamente a sus compañeros.
"El primer gol ha sido una tontería; hay que despejar la pelota. La expulsión nos marcó mucho. Si no estás concentrado, pasa lo que pasa".
Reacciones en el vestuario
Las palabras de Gavi no han sentado bien en el vestuario. Aunque tanto Koundé como Casadó han asumido sus errores, el hecho de que las críticas se hayan hecho públicas ha generado malestar.
Koundé, por su parte, admitió: "No he hecho un buen partido desde el inicio. Ha habido falta de concentración, y al final lo he pagado caro en una jugada muy sencilla". A pesar de sus disculpas, el francés dejó claro que esperaba un manejo más privado de las críticas.
Marc Casadó, visiblemente afectado, también pidió perdón: "Sé que mi expulsión perjudicó al equipo, y asumo mi responsabilidad. Espero aprender de esto".
Hansi Flick sabe que el buen ambiente en el vestuario ha sido clave para el éxito del equipo en los primeros meses de la temporada. Por eso, el técnico alemán está trabajando para cortar de raíz cualquier conflicto que pueda afectar al grupo.
Según fuentes cercanas al club, Flick ha hablado con Gavi para recordarle la importancia de resolver los problemas internos de manera discreta. Además, se ha reunido con Koundé y Casadó para mostrarles su apoyo y reforzar la confianza en ellos.
Flick intenta apagar el incendio
El Barça no solo enfrenta desafíos en el campo, sino también en la gestión del grupo. Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, las tensiones internas podrían complicar aún más las cosas.
La directiva y el cuerpo técnico deberán trabajar juntos para mantener la estabilidad y superar este bache. Además, será clave que el equipo recupere a Lamine Yamal y refuerce su defensa para evitar errores que sigan costando puntos.
El momento complicado que vive el Barça no solo es responsabilidad de unos pocos jugadores. Los errores defensivos, la falta de efectividad en ataque y las tensiones internas son síntomas de un problema más profundo que debe resolverse como equipo.
Con Flick al mando, la prioridad ahora es recuperar la concentración y la unidad en el vestuario. Los próximos partidos serán cruciales para demostrar si el equipo tiene la capacidad de superar las adversidades y mantenerse en la lucha por los títulos.