Un jugador de fútbol con cabello rubio y rizado aparece frente al escudo del FC Barcelona sobre un fondo morado.

Máxima preocupación en el Barça por el futuro de Lamine Yamal: Lo último cambia todo

No todos ven claro un fichaje que Hansi Flick quiere hacer por la posible influencia que pueda provocar en Lamine Yamal

En el Barcelona existe una enorme ilusión con la posible llegada de uno de los extremos más desequilibrantes del fútbol europeo. Hansi Flick ya es consciente de que no todo será fácil con este refuerzo. El técnico alemán, que aterrizó con una idea clara de reconstrucción, sabe que este fichaje generará ruido dentro y fuera del vestuario.

Se trata de una operación millonaria que implicará esfuerzos económicos importantes, la directiva azulgrana, con Deco al mando, ya ha avisado de que hará todo lo posible para cerrar la incorporación. Sin embargo, los sacrificios financieros que se harán pueden sentar mal en algunos pesos pesados del vestuario. Sobre todo en un contexto donde aún se arrastran ajustes salariales y complicaciones con el Fair Play Financiero.

Jugador de fútbol con el escudo del FC Barcelona de fondo sobre un fondo rosa
Nico puede ser culé | carpetasfcb.com

Además, desde el cuerpo técnico del FC Barcelona también se apunta a otro tipo de reto: el de la integración deportiva.  Aunque el futbolista tiene talento de sobra, será necesario encontrarle acomodo en un once que ya cuenta con jóvenes más consolidados y otras grandes promesas que reclaman protagonismo. No será sencillo repartir minutos y mantener la armonía.

Temor en el Barça

Por si fuera poco, otro punto que genera cierta inquietud es su estrecha amistad con Lamine Yamal. En principio, que exista una buena relación entre jugadores jóvenes siempre es positivo. Pero en el FC Barcelona temen que esta conexión, fuera de lo deportivo, pueda generar una especie de “burbuja” interna, algo que Flick quiere evitar a toda costa.

El técnico germano desea que cada jugador se integre en el grupo, no que se formen núcleos cerrados. Ya lo dejó claro en sus primeras reuniones: el vestuario debe funcionar como una unidad.  Por eso, en caso de cerrarse el fichaje, el entrenador trabajará personalmente en su adaptación desde el primer día.

Hansi Flick lo sabe

En Can Barça no quieren repetir errores del pasado, jugadores que llegaron como grandes apuestas y acabaron siendo casos de desconexión interna. Hansi Flick quiere que todos remen en la misma dirección. Y sabe que, con este nombre sobre la mesa, deberá hacer encaje de bolillos para lograrlo.

La operación sigue avanzando, el jugador está dispuesto a dar el salto y vestir la camiseta azulgrana, ya ha transmitido su voluntad, y el Barça está dispuesto a asumir el coste. Pero no es una llegada cualquiera. Tiene implicaciones en lo económico, en lo táctico y en lo emocional.

El club espera que el contexto no influya en su rendimiento, y sobre todo, que no afecte al equilibrio del grupo.  Flick quiere un Barça competitivo, pero también cohesionado. Y este fichaje puede ser una bendición… o un arma de doble filo.