Con la temporada acabada, el Barça puede presumir de un curso sobresaliente en el que ha conseguidoun triplete nacional de Copa, Supercopa y Liga. La llegada de Flick ha revitalizado a un equipo que ya venía con grandes nombres, pero que necesitaba una inyección táctica y emocional.
Ahora que las celebraciones han pasado, Deco está trabajando a destajo. Así, Deco sabe que la exigencia en el Barça es constante y, aunque se ha ganado mucho, la meta es mantener esa superioridad en Europa. Por eso, se está moviendo con rapidez en el mercado para sumar talento y consolidar una plantilla aún mejor.
Un nuevo extremo izquierdo es prioritario
Una de las prioridades más claras es reforzar el extremo izquierdo. Aunque Raphinha ha sido de los mejores delanteros del año, Flick quiere más variantes. La temporada ha dejado claro que al equipo le vendría bien un perfil diferente, quizás más regateador en ese carril.
En este sentido, Luis Díaz y Marcus Rashford están en la lista. Ambos tienen condiciones muy distintas, pero una cosa en común: son extremos que pueden marcar diferencias. Deco sopesa opciones, pero sabe que cualquiera de los dos podría elevar el techo del equipo.

El fin del ciclo de Ter Stegen
Otra decisión que empieza a tomar forma es la portería. Aunque Ter Stegen ha sido un ícono del club, Deco considera que su ciclo en el Barça podría estar llegando a su fin. Es una decisión difícil por todo lo que representa, pero necesaria desde una perspectiva deportiva.
El nombre que Deco tiene subrayado es Joan García, el joven portero del Espanyol. Con apenas 24 años, ha mostrado un rendimiento bestial esta temporada, incluso en partidos de máxima presión. Su agilidad, buen juego de pies y reflejos lo hacen un candidato ideal para el perfil que busca el Barça.
Joan García, una oportunidad de oro en el mercado
Lo que hace aún más atractivo a Joan García es su situación contractual. Según Fabrizio Romano, el jugador está valorando seriamente la propuesta del Barça. Y no es para menos: su cláusula de rescisión es de apenas 25 millones de euros, una cifra muy accesible.
Además, incorporar a Joan García sería un movimiento estratégico a nivel de planificación. Permitiría al Barça rejuvenecer una de las posiciones más sensibles del campo con un talento local, formado en España y con una proyección imponente. La operación, por tanto, no es solo una cuestión deportiva, sino también económica.