Joan Laporta había definido con claridad su hoja de ruta para el verano. El presidente del Barça, convencido del potencial del equipo, quería elevar aún más el nivel con un par de fichajes estratégicos. Hansi Flick, por su parte, no ha dudado en expresar que el ataque necesita más profundidad.
Desde que asumió el mando, el técnico alemán ha insistido en la importancia de reforzar el frente ofensivo. Con Lamine Yamal y Raphinha como titulares fijos, el Barça busca un perfil que pueda competir con ambos y aportar frescura en momentos clave.
Lamine y Raphinha serán claves | @FCBarcelona
El extremo, una prioridad urgente
Laporta entendía que si el club quiere mantenerse competitivo en Europa, necesita recambios de garantías. Por eso, en sus conversaciones con Deco, dejó claro que la prioridad debía ser un extremo versátil, con experiencia y capacidad de marcar diferencias desde el primer minuto.
En el mercado actual, pocos perfiles cumplían con esos requisitos sin requerir inversiones astronómicas. Se barajaron varios nombres, incluidos algunos como Marcus Rashford, pero el coste del inglés resultó desproporcionado para la situación económica actual del club.
Marcus Rashford se ofrece al Barça | @marcusrashford
La salida de Ansu Fati fue vista como un paso necesario para activar nuevas operaciones. El joven extremo, que no ha terminado de asentarse en el primer equipo, está cerca de firmar por el Mónaco. Su traspaso permitiría al Barça ingresar cerca de 20 millones de euros.
Ese dinero, junto con otros movimientos que Laporta y Deco planean ejecutar, estaban pensados para abordar una operación que ilusionaba a todo el entorno blaugrana. El jugador en cuestión era considerado la pieza perfecta para completar el rompecabezas ofensivo de Flick.
Hansi Flick | @FCBarcelona
Flick lo quiere, Laporta lo sueña
Desde el punto de vista deportivo, encajaba a la perfección. Rápido, técnico, goleador y con experiencia en grandes escenarios. Además, podía actuar por ambas bandas, lo que le convertía en una opción muy valiosa para el técnico alemán.
Las conversaciones con su entorno ya habían comenzado. El jugador veía con buenos ojos aterrizar en el Camp Nou, y la dirección deportiva valoraba seriamente la operación. Todo parecía encaminarse hacia una incorporación de alto impacto.
Joan Laporta | @FCBarcelona_es
Pero en medio de esas negociaciones, un nuevo actor apareció con fuerza. El Bayern Múnich, en plena reconstrucción, también había identificado al mismo jugador como una prioridad. Su dirección deportiva no dudó y presentó una oferta superior, tanto en lo económico como en lo deportivo.
El club alemán, necesitado de revitalizar su ataque, prometió al futbolista un rol protagonista inmediato. Además, su estabilidad financiera les permite afrontar operaciones de gran calibre sin necesidad de vender antes. En este escenario, el Barça partía con desventaja.
Laporta no renuncia, pero sabe lo que hay
Joan Laporta no se dio por vencido. Siguió presionando, buscando fórmulas creativas y tratando de convencer al jugador de que el Camp Nou es el mejor destino. Incluso Flick se implicó en la operación, destacando el papel que tendría dentro de su esquema.
Pero a pesar del esfuerzo, la realidad es tozuda, en el entorno culé ya se da por hecho que el fichaje no llegará. El club bávaro ha avanzado demasiado y el jugador parece decidido a aceptar su propuesta. En el Barça solo queda resignación.
Rafael Leão con el AC Milan | @iamrafaeleao93
No fue Marcus Rashford, Ni tampoco ningún talento emergente de LaLiga, El nombre que Joan Laporta soñaba con anunciar era Rafael Leao. El extremo del AC Milan era su fichaje estrella, su gran apuesta. Pero esta vez, el destino lo llevará a vestir otra camiseta: la del Bayern Múnich.