El Barça tiene absolutamente claro que Lamine Yamal es el jugador sobre el que se construirá el proyecto a largo plazo del club. El extremo ha demostrado en muy poco tiempo una madurez futbolística impresionante, y su impacto en el primer equipo ha sido tan grande que la dirección deportiva no ha dudado. Ya se le ha otorgado el mítico dorsal número 10 y ha sido renovado hasta 2031.

Este movimiento no es solo simbólico. Con Yamal, el Barça pretende recuperar la esencia de su cantera como eje del proyecto deportivo, tal y como ocurrió en la era dorada con nombres como Messi. Lamine es la piedra angular del presente y del futuro, y el club está convencido de que será una de las grandes figuras del fútbol mundial en los próximos años.
Rodear a Lamine
Consciente de su valor y potencial, el Barça también sabe que necesita rodear a Lamine Yamal de talento del más alto nivel. No basta con tener a la joya más brillante; hay que construir a su alrededor una estructura que lo potencie, lo proteja y lo acompañe en su evolución. En este sentido, el club ya tiene marcado en rojo el verano de 2026 como una fecha clave en su planificación.
Ese será el momento para fichar a un nuevo delantero centro de primerísimo nivel que pueda tomar el relevo de Robert Lewandowski. El polaco termina contrato en 2026, y la dirección deportiva quiere llegar a esa fecha con un fichaje estelar que complemente a Lamine en ataque.

Alexander Isak y Julián Álvarez, los grandes objetivos
En estos momentos, el Barça trabaja con dos nombres encima de la mesa para cubrir ese rol de ‘9’ a partir de 2026: Alexander Isak y Julián Álvarez. El sueco del Newcastle ha demostrado en la Premier League que tiene calidad, gol y una proyección espectacular. Mientras tanto, Julián Álvarez, que ahora es la gran estrella del Atlético de Madrid tras su fichaje del Manchester City, es un jugador total.

Ambos encajan en el perfil que busca el Barça: jóvenes, ya consolidados en la élite, pero con margen de crecimiento. Además, los dos tienen carácter, personalidad y experiencia internacional. Se les considera opciones ideales no solo por sus cualidades técnicas, sino también por su mentalidad y capacidad para liderar un proyecto.
Un tándem de oro
Eso sí, fichar a cualquiera de los dos no será una tarea sencilla ni barata. Tanto Isak como Álvarez tienen precios altos y sus respectivos clubes no estarán dispuestos a dejarles salir. El coste estimado de cualquiera de estas operaciones superaría los 100 millones.
Sin embargo, el Barça está dispuesto a hacer un esfuerzo importante si eso significa formar una delantera de ensueño con Lamine Yamal como estrella absoluta. Y para eso, el verano de 2026 será decisivo.