Un jugador de fútbol con cabello rubio frente al escudo del FC Barcelona.

Decidido, Flick está harto y Lamine Yamal no puede defenderlo más: está fuera

El entrenador del club catalán toma una decisión drástica y deja fuera a una joven promesa

El FC Barcelona ha comenzado una nueva temporada con Hansi Flick al mando, y el técnico alemán ha dejado claro que la disciplina y la exigencia serán innegociables. Desde su llegada al club, el exseleccionador germano ha instaurado normas estrictas para garantizar el máximo rendimiento de la plantilla.

El objetivo de Flick es claro: consolidar un equipo competitivo capaz de pelear por todos los títulos. Para lograrlo, necesita que cada jugador muestre compromiso absoluto, tanto dentro como fuera del campo. Por ello, la pretemporada no solo sirve para trabajar en lo táctico, sino también para evaluar la actitud y la profesionalidad de todos los futbolistas.

Flick ya avisó, pero está harto

El primer gran aviso de Flick ha tenido como protagonista a Héctor Fort. El joven lateral derecho, formado en La Masía, fue el único jugador culé de los 35 convocados que llegó tarde a las pruebas médicas de inicio de pretemporada. Su retraso, que superó los 30 minutos, no ha sentado nada bien al técnico.

Este episodio ha sido la gota que colma el vaso para un jugador que ya estaba en entredicho  por su baja participación el curso pasado. Fort apenas disputó minutos, sin goles ni asistencias, lo que ha llevado a Flick a cuestionar su continuidad en el primer equipo. La disciplina, para el entrenador alemán, es tan importante como el talento.

Futuro complicado

La reacción de Flick ha sido tajante: no quiere jugadores que no estén a la altura de las exigencias del Barça. Por ello, no se descarta que Héctor Fort salga cedido en este mismo mercado para ganar experiencia y recuperar la confianza del cuerpo técnico. Su futuro inmediato parece alejado del Camp Nou.

El club ve con buenos ojos esta medida, que le permitiría al canterano madurar en un entorno con menos presión. La gira de pretemporada por Asia será determinante para definir si se le incluye en la rotación o si se concreta su salida temporal. Si no logra revertir esta situación, su historia con el primer equipo podría quedar en pausa más pronto que tarde.

Con esta decisión, Flick vuelve a enviar un mensaje rotundo: en este Barça no hay sitio para la relajación ni las concesiones. La exigencia es máxima y el margen de error, mínimo. Cualquier jugador, sin importar su edad o procedencia, deberá cumplir con los estándares que el técnico y la institución esperan.