No es ninguna sorpresa para nadie que en la agenda del Barça está la incorporación de un nuevo delantero de cara a la próxima temporada. Tanto Joan Laporta como Deco se han mantenido trabajando a destajo en la llegada de un atacante que no solo compitiera con Robert Lewandowski, sino que pueda tomar su relevo. Con el polaco acercándose a los 37 años, la directiva culé ve necesario asegurar una alternativa de garantías en el frente de ataque.
En ese sentido, muchos nombres se han puesto sobre la mesa de los despachos del club, pero hay dos que destacan por encima del resto: Alexander Isak y Viktor Gyökeres. Sin embargo, el primero fue descartado debido a las exigencias económicas del Newcastle, que pedía más de 100 millones de euros por su traspaso. En ese sentido, ello dejó al atacante sueco del Sporting de Portugal como la primera alternativa, ya que su precio rondaba los 65 millones, cifra mucho más accesible para el Barça.
Flick toma una decisión
A pesar del interés de la junta directiva del club, Hansi Flick ha decidido frenar la operación. El técnico alemán considera que, con Lewandowski aún en el equipo, no es necesario hacer una gran inversión en otro '9'. En su lugar, prefiere que el club destine dinero a reforzar otras posiciones que considera más urgentes para la próxima temporada.
Gyökeres es un delantero con múltiples ofertas de grandes clubes europeos, como Liverpool, Arsenal, Inter de Milán y PSG. Por ende, Flick cree que no tendría sentido ficharlo si su intención es ser titular desde el primer día. Ello sabiendo que, de arranque, no planea sentar a Lewandowski en el banquillo.
Confianza total en Lewandowski
A pesar de las dudas que han surgido en torno al rendimiento de Robert Lewandowski, Flick sigue creyendo en su capacidad goleadora. El técnico alemán considera que, con el sistema adecuado, el delantero polaco puede seguir siendo el referente ofensivo del Barça y aportar los goles que el equipo necesita.
No obstante, ni Hansi Flick ni su comando técnico descartan la llegada de un delantero con un rol más secundario, que acepte ser suplente y sirva como recambio cuando sea necesario. De momento, la prioridad no es fichar un goleador estrella, sino reforzar otras áreas del campo para equilibrar mejor la plantilla.