El nuevo culebrón instaurado en Can Barça vuelve a ser una piedra en el zapato. El enfado de Laporta y de parte de la directiva tras las palabras de Xavi vuelve a poner en duda la continuidad del técnico egarense. Aunque parece que no habrá ninguna decisión inminente, se esperan unos días movidos en Barcelona.
Las palabras de Xavi
En la rueda de prensa previa al partido frente al Almería, Xavi dijo lo siguiente: “El socio debe entender que la situación es muy difícil". "Sobre todo a nivel económico con los máximos competidores".
Al parecer, estas palabras sentaron muy mal en el presidente. Laporta lo ve como una traición, después de que semanas atrás, en la reunión con Xavi, este le transmitiera lo contrario. El cabreo fue tal, que Joan decidió no viajar con el equipo a Almería.
Fue en la previa del partido cuando todos los medios se hicieron eco del enfado del presidente. Incluso se llegó a rumorear que podría ser el último partido de Xavi como entrenador culé.
Al acabar el encuentro el técnico aseguró no saber nada por qué nadie en el club le había comentado nada. "Dije la verdad y es que económicamente no estamos en nuestro mejor momento" aseguró Xavi. "Mantengo la ilusión y las ganas de empezar la siguiente temporada".
Cumbre entre entrenador y presidente
No hubo una decisión drástica pero si una conversación entre ambos para tratar el asunto. Laporta convocó un encuentro con Xavi para calmar todo el revuelo que se había generado en torno a la figura del entrenador. Aunque estaba previsto que tuviera lugar tras la llegada del equipo a Barcelona, finalmente parece ser que será aplazada hasta el final de temporada.
El objetivo común ahora es certificar esa segunda plaza que da acceso a la Supercopa. Solo hace falta una victoria en los dos últimos partidos, por lo que hasta que el equipo no lo consiga, habrá ruido en el ambiente. Encima de la mesa, el despido del técnico como medida más probable.
De confirmarse su cese como entrenador, queda por ver si Xavi perdonará el último año de contrato o por lo contrario exigirá una indemnización. Se ha comentado en algunos medios que el despido de su staff le costaría al Barça unos 20 millones de euros.