Lamine Yamal ya no es una promesa, es presente. A sus 17 años, el joven extremo del Barça se ha instalado de pleno derecho en la élite del fútbol mundial. Con una temporada espectacular a sus espaldas, suma ya 14 goles y 19 asistencias en todas las competiciones, superando incluso en nivel a figuras consagradas como Kylian Mbappé o Vinicius.

Lo más impresionante es su regularidad. Lejos de tener chispazos o momentos aislados de genialidad, Lamine se ha convertido en un pilar semana tras semana. Su figura ha emergido como la luz que guía al equipo, un jugador capaz de desequilibrar a cualquier defensa, y lo más importante, de hacerlo con una naturalidad muy sorprendente.
El máximo líder del equipo y con la renovación apalabrada
En el vestuario, Lamine Yamal ya no es solo el joven con talento. Es uno de los grandes líderes futbolísticos del equipo dirigido por Flick. Junto a Raphinha, Pedri y Lewandowski, forma parte del núcleo duro que sostiene al Barça en los momentos clave.

Además, en los despachos hay tranquilidad. El club tiene apalabrada su renovación, que se hará efectiva en cuanto cumpla los 18 años. Una extensión que asegura la continuidad de una joya que ha nacido en casa y que tiene ADN Barça.
Queda trabajo por hacer, pero Lamine lo tiene claro
Sin embargo, no todo está cerrado. Aunque la renovación está pactada, el club sabe que debe revisar las condiciones económicas del contrato porque Lamine Yamal ya no puede tener el sueldo de una promesa. Ahora es una estrella mundial, y su ficha debe reflejarlo.
Pese a eso, según informa 'E-Noticies', el jugador ha transmitido calma absoluta. Su única obsesión es triunfar con el Barça, el club que lo formó, que apostó por él desde niño y que le ha dado la oportunidad de brillar. Para Lamine no hay otro plan que seguir escribiendo su historia en el club, pase lo que pase fuera.
No a los grandes clubes al acecho
Lo ha dejado claro. Las voces que llegaban desde París, Liverpool o incluso la Premier han chocado con un muro: la firmeza de Lamine Yamal. Ni el PSG, con sus millones, ni otros grandes de Europa han logrado tambalear sus convicciones.

Él quiere hacer carrera en Barcelona y convertirse en leyenda. La afición lo sabe, lo siente y lo celebra.