El Barça vuelve a estar en el foco de La Liga por cuestiones económicas. Según confirmó el propio Javier Tebas, el club blaugrana sigue excedido en la masa salarial. Uno de los puntos clave de este desajuste ha sido la mala contabilización de la operación relacionada con los Palcos VIP del Camp Nou.
Un error que ha complicado todavía más las ya delicadas cuentas del club y que obliga al Barça a actuar con urgencia si quiere tener margen de maniobra en el mercado.
El Barça necesita el Fair Play para poder inscribir fichajes en verano
De cara al mercado de fichajes, el Barça tenía grandes objetivos. Entre ellos, reforzar la posición de extremo con un nombre de primer nivel. Nico Williams y Luis Díaz están en la cima de la lista de deseos, pero todo se ha complicado.

La falta de espacio en el límite salarial no solo impide inscribir a nuevas incorporaciones, sino que también condiciona cualquier intento de negociación con jugadores de este perfil. El club necesita urgentemente generar ‘Fair Play’ para poder cumplir con las reglas impuestas por La Liga.
La clave podría tenerla Ansu Fati, que ya ha decidido
Una de las vías más realistas para aliviar la presión económica del club pasa por las salidas, y aquí es donde aparece claramente el nombre de Ansu Fati. El canterano, llamado a ser el heredero de Messi en su momento, ha perdido todo el protagonismo con Hansi Flick. Su salario, además, es uno de los más elevados para un jugador que apenas entra en los planes deportivos.

En este sentido, según ha informado 'E-Noticies', Ansu estaría ahora dispuesto a salir del club, algo que no era tan claro meses atrás. Su destino preferido sería el Sevilla, un club en el que podría recuperar minutos, confianza y relevancia. Para el Barça, su traspaso sería un alivio en términos de masa salarial.
Lamine Yamal saldrá beneficiado indirectamente
Indirectamente, una eventual salida de Ansu Fati podría abrirle las puertas a Lamine Yamal no solo en lo deportivo, sino también simbólicamente. La icónica camiseta con el 10 quedaría libre, y todas las miradas apuntan a que sería él quien la heredaría la próxima temporada.

Lamine, que ya ha demostrado ser una de las mayores estrellas, asumiría así un rol más capital si cabe dentro del equipo. El dorsal 10 representa una gran responsabilidad, pero también una oportunidad para consolidarse como la gran estrella del club. Con una plantilla en proceso de renovación y con mucha gente joven, su figura se perfila como la de la máxima estrella en el nuevo proyecto del Barça.