El FC Barcelona recibió un golpe inesperado hace solo unos días. Cuando todo parecía encaminado con Nico Williams, el extremo vasco renovó con el Athletic Club hasta 2035. Una decisión que ha dolido tanto en los despachos como en el vestuario, especialmente por el modo en que se produjo.
El club se sintió traicionado. Y es que, más allá de su fichaje frustrado el verano anterior, esta vez las condiciones para su llegada estaban prácticamente cerradas.
Sin embargo, las exigencias salariales del jugador lo tiraron todo por tierra: pedía un contrato de 15 millones netos por temporada. Una prima de fichaje de 10 millones para su agente, y blindajes que el Barça no estaba dispuesto a conceder.

El Barça se mueve: se busca extremo top
Tras el portazo, el Barça ha acelerado su plan B. Hansi Flick considera prioritario reforzar las bandas y ha exigido un perfil joven, desequilibrante y con hambre competitiva. Con la imposibilidad de abordar a Nico, y con Luis Díaz fuera de mercado tras irse al Bayern, la secretaría técnica ha centrado su mirada en otra promesa del fútbol europeo.
Un jugador más económico, con gran margen de mejora y dispuesto a adaptar su salario al entorno culé. Todo lo contrario al caso Nico, que pretendía ser el mejor pagado del vestuario sin haber debutado aún.

Bradley Barcola, el elegido: precio cerrado
La operación por Bradley Barcola está ya en fase avanzada. El extremo del PSG ha sido ofrecido al Barça y, tras semanas de conversaciones discretas, Deco y Laporta han dado luz verde. La fórmula será una cesión con opción de compra obligatoria al final de la temporada.
Precio de la operación total: 35 millones de euros (5M por la cesión + 30M obligatorios en junio de 2026).
- Salario inicial: 3 millones netos por temporada, muy por debajo de los 8M que pedía Nico Williams.
- Duración del contrato: 5 temporadas, hasta junio de 2030.
- Bonificaciones: variables por rendimiento, títulos y número de partidos, con un tope de 3M extra por temporada.
El PSG, que necesita aligerar plantilla y cumplir con el fair play francés, ha aceptado esta vía. Barcola ha comunicado al club parisino que su deseo es recalar en el Barça, donde podrá jugar con Lamine Yamal y ser titular en la banda izquierda.
Flick ha sido claro desde el primer momento: quería un extremo vertical, con desborde y capacidad asociativa. Barcola lo tiene todo. Y además, goza del visto bueno de Lamine Yamal, que valora especialmente su perfil zurdo, su juego al espacio y su capacidad de no pisarle el terreno.
Esta buena sintonía ha pesado mucho en la decisión final. En el Barça quieren evitar los errores del pasado con fichajes sin química interna, como ocurrió con algunos delanteros recientes. Aquí, en cambio, el encaje táctico y personal está garantizado.