La eliminación en Champions ha dejado secuelas profundas en el vestuario del FC Barcelona. El mazazo en San Siro, con un 4-3 global ante el Inter, ha marcado un antes y un después. Y desde el club ya se han empezado a tomar decisiones de peso.
El primero en verse salpicado ha sido Ronald Araujo. El central uruguayo, que ya acumulaba errores en citas clave, quedó completamente expuesto. Esta vez, no habrá redención posible.

Flick ya no confía en Araujo
Desde hace semanas, el cuerpo técnico venía evaluando su rendimiento. Flick esperaba una reacción en el momento decisivo, pero no llegó. Araujo volvió a fallar en el peor día.
Mal posicionado, lento en las coberturas, sin liderazgo. San Siro fue su sentencia definitiva. Y aunque renovó hace pocos meses, su cláusula de 65 millones ya no se ve como una barrera, sino como una oportunidad.
El Bayern de Múnich, el Chelsea y el Manchester United han mostrado interés. Y en el Barça, la opción de venderlo este verano gana cada día más fuerza.

Una limpia necesaria
El mensaje interno es claro: si el club quiere competir en Champions, necesita una defensa más sólida. Y si eso implica dejar salir a Araujo, nadie se opondrá. Ni Flick, ni Deco, ni Laporta.
La eliminación ha servido para confirmar lo que muchos intuían. Algunos pesos pesados ya no están a la altura del nuevo proyecto. Y en un Barça que apunta alto, no hay lugar para las dudas.

Hay otro nombre que ha quedado marcado. Uno que llegó para tapar una baja, y que no cumplió las expectativas. En silencio, sin errores groseros, pero sin ofrecer lo que se esperaba.
Se trata de Wojciech Szczęsny. El portero polaco, que llegó por la lesión de Ter Stegen, fue otro de los damnificados del 4-3 global. El cuerpo técnico considera que pudo haber hecho algo más en varios goles encajados.

No seguirá en el Camp Nou
Ter Stegen ha recuperado la titularidad, y la decisión está tomada. Szczęsny no seguirá. Su contrato acaba este verano y el club ya ha comunicado que no será renovado.
La idea es fichar un perfil joven, económico, y que no represente una amenaza para el alemán. Alguien que acepte el rol de suplente sin generar tensiones internas.
Fuentes cercanas al vestuario aseguran que Ter Stegen no vio con buenos ojos la competencia. Cree que necesita estabilidad, y la directiva ha respondido en consecuencia.

Fin de ciclo para dos piezas clave
Araujo y Szczęsny están en la rampa de salida. El Barça quiere dar un paso adelante y enviar un mensaje claro: el listón ha subido. Y quien no esté a la altura, no seguirá.
En el caso del central uruguayo, todo apunta al Bayern. Los alemanes ya han contactado con el entorno del jugador y están dispuestos a pagar la cláusula. El acuerdo podría cerrarse en cuestión de semanas.
Szczęsny, por su parte, podría colgar los guantes. Ya pensó en la retirada el verano pasado. Y tras esta etapa en el Barça, esa decisión gana enteros.

Con el título de Liga aún en juego, Laporta ha activado la reestructuración, Flick ha pedido otro tipo de defensas. Otro tipo de porteros. Y los cambios ya han comenzado.
El Barça quiere volver a lo más alto de Europa, y tras la lección de San Siro, tiene claro que no puede seguir con las mismas piezas. Araujo y Szczęsny son los primeros. Pero no serán los únicos.