El Barça está haciendo una de las mejores temporadas de los últimos años y, con Flick, se ha logrado construir un bloque sólido, compacto y, sobre todo, competitivo. Cada partido que disputa el Barça demuestra que está preparado para enfrentarse a cualquier rival, y lo mejor de todo es que el equipo no solo gana, sino que convence.
En marzo, se mantiene vivo en todas las competiciones, y lo cierto es que, viendo el nivel que ha alcanzado, puede soñar con ganarlo todo. Lo más impresionante de este Barça es que ha recuperado la mentalidad de equipo grande, algo que le había costado en años anteriores. Flick ha sabido transmitir confianza a sus jugadores, quienes ahora creen en sus posibilidades y lo reflejan sobre el terreno de juego.
Alejandro Balde, uno de los jugadores más mejorados
Este nivel de competitividad y seguridad no sería posible sin el excelente trabajo que Hansi Flick está haciendo con sus jugadores. El alemán ha demostrado ser un entrenador meticuloso, capaz de adaptar su estilo a las características de la plantilla. Entre los grandes beneficiados por la llegada de Flick se encuentra Alejandro Balde.
El lateral izquierdo ha recuperado su mejor versión, esa que deslumbró hace un par de temporadas y que parecía haberse apagado la última con Xavi. La pasada campaña fue muy discreta para Balde, sin grandes actuaciones ni continuidad. Sin embargo, esta temporada ha sido totalmente diferente.
Balde recibe una noticia muy negativa
A pesar de su buen momento, Alejandro Balde no está completamente satisfecho. En el vestuario hay un tema que le quita el sueño: la inminente salida de uno de sus grandes amigos, Ansu Fati. Ambos han compartido años de crecimiento y vivencias en el club, y su amistad va más allá del terreno de juego.
Saber que en verano Ansu Fati dejará el Barça es un golpe emocional para Balde, que pierde no solo a un compañero, sino a un hermano dentro del vestuario culé. La marcha de Ansu no es oficial todavía, pero todo indica que buscará un nuevo destino en el próximo mercado.
De ser comparado con Messi a salir por la puerta de atrás
Ansu Fati llegó a ser considerado la gran esperanza del barcelonismo, el heredero natural de Leo Messi. Sus primeros pasos en el primer equipo fueron ilusionantes y mostraban a un jugador diferente, con talento para marcar una era. Sin embargo, las constantes lesiones han frenado su progresión de manera dramática.
Desde entonces, Ansu no ha podido recuperar su mejor nivel, y ahora mismo no cuenta en los planes de Hansi Flick. El técnico alemán, que ha sabido dar oportunidades a todos, no ha encontrado en Ansu el rendimiento necesario. Su participación es escasa, y cada vez parece más evidente que su etapa en el Barça está llegando a su fin.