En la campaña 2022-2023, el F.C. Barcelona no pudo presumir de hacer un gran juego, ni de ser un equipo muy destacado tácticamente. Muchos partidos se ganaban por la mínima, sufriendo y con algo de fortuna, pero se terminaban sacando adelante.
En Liga, los de Xavi se mostraron sólidos en los últimos metros, defendían en equipo, y cuando el colectivo fallaba aparecían las individualidades defensivas. Gracias a en gran parte, una muy sólida defensa, lograron conquistar Liga y Supercopa de España.
Una defensa blanda
Esta temporada, a punto de finalizar, en la que no se conquistará ningún título, no solo no se ha mejorado en el juego ofensivo, sino que ha empeorado en el defensivo. A falta de cuatro jornadas para finalizar La Liga, el Barça ya ha encajado más del doble de goles que la temporada pasada. En la 2022-2023 fueron 20 tantos recibidos en 38 jornadas, y en la actual son 43 en 34 partidos.
En un resumen hecho por Jordi Batalla en Mundo Deportivo, se muestra que el conjunto azulgrana en 19 partidos ha encajado dos o más goles. De dichos encuentros, han ganado 7, empatado 3 y perdido 9.
Empates y derrotas que han hecho imposible competir la liga. Los dos tropiezos por 4-2 ante el Girona, la derrota 3-5 ante el Villarreal o el empate 3-3 ante el Granada, ambos en casa.
Además de la liga, las debilidades en defensa también han supuesto perdidas en los otros títulos. Como, por ejemplo, la Supercopa de España, 4-1 ante el Real Madrid o la remontada del PSG en Montjuïc 1-4 en cuartos de final. En Copa del Rey, el equipo sufrió ante el Barbastro ganando 2-3 y quedó eliminado en la siguiente ronda ante el Athletic Club 4-2.
Bajón individual y colectivo
Los problemas en defensa se puede achacar a diferentes factores como la salida de Busquets y la consecuente perdida de equilibrio. La baja del mediocentro ha sido grave y el Barça no pudo traer a un sustituto de garantías.
Aunque el rendimiento de Christensen en esa posición no ha sido malo, no tenía nada que ver con Busquets. Aun así, el Barcelona se reforzó con la llegada de Íñigo Martínez, Cancelo y más adelante con la irrupción de Cubarsí.
Por lo tanto, pese a la baja de Balde, Xavi contaba con la misma defensa que el curso anterior y con nuevas piezas de calidad. Sin embargo, el cambio de posición de Christensen, el bajo nivel de Araujo y las flaquezas defensivas de Cancelo han sido algunas de las causas del mal rendimiento. Excluyendo a Cubarsí y su gran irrupción, solo Koundé ha respondido al nivel que se esperaba, nuevamente en el lateral,
Finalmente, las culpas también deben dirigirse al banquillo. Xavi y su staff, no han sabido construir un equipo ordenado defensivamente, capaz de suplir las carencias individuales con trabajo colectivo.