Joan Laporta ha recibido un aviso importante por parte de uno de los socios comerciales más influyentes del FC Barcelona. Nike, la marca deportiva que patrocina al conjunto azulgrana, ha hecho una petición directa que afecta de lleno a uno de los jugadores. En su día fue considerado el gran heredero de Leo Messi, la exigencia, aunque sencilla en términos logísticos, representa un dolor de cabeza para Laporta.
El protagonista de esta historia no es otro que Ansu Fati, El atacante español, ha visto cómo su futuro en el Camp Nou se ha ido diluyendo poco a poco. Las lesiones, la falta de regularidad y una progresión detenida han hecho que pierda el papel protagonista que una vez tuvo. Sin embargo, pese a su rol secundario, sigue ostentando el dorsal más mediático y simbólico del club: el número 10.

Es precisamente ese dorsal el que ha encendido las alarmas en las oficinas del Barça, Nike ha presionado a la directiva catalana para que libere el número 10 cuanto antes. El motivo es claro: aprovechar el valor comercial y publicitario que implica ese dorsal, una herramienta clave para las campañas de marketing a nivel global. El problema es que Ansu sigue siendo el dueño del dorsal, pese a que no tiene minutos con Hansi Flick y su rol es cada vez más secundario.
Una decisión dura pero inevitable en el Camp Nou
Laporta se encuentra entre la espada y la pared, a nivel personal, siente un fuerte apego hacia Ansu Fati. Siempre lo ha visto como un símbolo del proyecto de futuro y de la cantera, pero el fútbol moderno, sobre todo en un club como el Barcelona, no permite decisiones sentimentales. Más cuando hay tantos millones de euros en juego, la marca norteamericana ha sido clara: si el Barça quiere seguir contando con su total respaldo, debe actuar pronto.
La exigencia consiste en liberar el dorsal 10 y en lo posible, buscar una salida definitiva para Ansu. El futbolista no ha logrado recuperar su mejor versión en Inglaterra y su regreso al Barça no está en los planes del cuerpo técnico. A nivel institucional, su figura ya no representa lo que una vez fue, y ahora su permanencia es más una carga que una esperanza.
El dorsal 10 ya tiene nuevo heredero
Si Ansu Fati no encuentra destino este verano, el FC Barcelona actuará de forma unilateral. Aunque lo ideal es que el jugador salga del club, la decisión está tomada: se le retirará el dorsal 10. Es una medida que el propio Laporta ha intentado retrasar, pero que resulta inevitable ante la presión comercial y deportiva.
En el horizonte azulgrana, ya se perfila quién será el nuevo portador del icónico número. Se trata de la joya más brillante que procede de La Masía, el jugador que ya ha captado la atención de todo el mundo por su talento precoz y su descaro. La decisión, aunque arriesgada, responde al deseo de proyectar una nueva era bajo un rostro fresco, joven y capaz de asumir los focos mediáticos.
Lamine Yamal es el elegido por la directiva y por Nike para lucir el dorsal 10, su impacto en el primer equipo y su carisma lo convierten en el relevo natural. El Barça quiere que el nuevo ‘10’ sea protagonista de campañas, portadas y camisetas. Y para eso, necesita que el pasado deje paso al presente.