Tras la destitución de Roger Grimau, el primer reto para el Club era decidir quién dirigiría el
nuevo proyecto de la sección de baloncesto. Y ya no había margen de error después de la
decepcionante temporada, así que la dirección deportiva, encabezada por el Manager Juan
Carlos Navarro se puso manos a la obra.
Peñarroya no era la primera opción del Barcelona. Estaba en una terna de entrenadores junto
con Xavi Pascual y Jaka Lakovic, que partían con ventaja.
Lakovic, técnico en pujanza que ha realizado dos grandes temporadas en el Club Baloncesto
Gran Canaria, estaba muy bien valorado por los ejecutivos. Y es que hay un gran recuerdo de
su etapa como jugador y de sus primeros pasos como entrenador formativo.
Pero tenía contrato en vigor con el club canario. Los 300.000 euros de cláusula de liberación pesaron mucho en su descarte. Teniendo en cuenta, además, que ese dinero era necesario para
reestructurar la plantilla.
El descarte de Xavi Pascual. La situación económica del club
Xavi Pascual, uno de los técnicos más prestigiosos de Europa, con experiencia y títulos en
España, Grecia y Rusia, significaba una apuesta segura. Lo avalaban su pasado barcelonista,
construyendo y dirigiendo uno de los mejores equipos de la historia, ganando la última
Euroliga conseguida por la sección. También gustaba mucho a Juan Carlos Navarro, que lo tuvo como entrenador en ese equipo.
Pascual estaba dispuesto a rebajar su caché, inalcanzable para el Barça actual, pero una de sus
condiciones deportivas era la salida de Willy Hernangómez.
Esto no era factible. El jugador, la gran apuesta del club, tiene dos temporadas más de contrato y un salario de 4 millones brutos por temporada, lo que hacía inviable su salida. Tras analizar la situación, no se le llegó ni a plantear una oferta.
Juan Peñarroya, con diez temporadas en ACB (MoraBanc Andorra, Baxi Manresa, San Pablo
Burgos, Valencia Basket y Baskonia) se encontraba sin equipo desde el octubre pasado. Con
experiencia en Euroliga con Baskonia, su fichaje era más económico que el del resto de
candidatos.
Además, la dirección deportiva disponía de muy buenos informes. Y es que está muy bien
valorado, tanto por los jugadores que ha tenido, como por los clubs en los que ha estado. Eso
ha hecho que el club se haya decidido por él.
¿Cómo es Peñarroya como entrenador?
En el currículo de Peñarroya pesa su destitución en el Baskonia en octubre de 2023. Pero que
nadie piense que el Barcelona ficha a un técnico sin prestigio. En Baskonia, equipo que destaca
por fichar entrenadores con carácter, realizó una gran temporada en la 2022/23.
Quedó segundo tras el Barcelona y por delante del todopoderoso Real Madrid, siendo el equipo más anotador de toda la liga. Y eso a pesar de perder a Pierriá Henry, uno de los jugadores más
valorados de Europa, especialmente a nivel defensivo, por usar un método prohibido en un
control antidopaje.
A Peñarroya le llega la oportunidad de dirigir a uno de los equipos más laureados y exigentes
de Europa. Y a ilusión no le va a ganar nadie. Es un entrenador con carácter, que busca el juego
ofensivo, atractivo para el espectador, con protagonismo para los tiradores. Le gusta, por
tanto, jugar abierto, lo que encaja con varios de los pesos pesados de la actual plantilla, como
es el caso de su capitán, Álex Abrines.
Su principal tarea es mejorar la defensa y más teniendo en cuenta que ha sido uno de los
déficits de la temporada del Barcelona de Grimau. Encontrar el equilibrio ente el juego
ofensivo que tanto le gusta y el juego defensivo del que adolece el equipo será su prioridad. Y
recuperar e implicar al mencionado Willy Hernangómez. Para ello, contará con la ayuda de
Rafa Martínez, hasta ahora entrenador de desarrollo de jugadores de la sección y uno de los
grandes de la ACB.