El Barça hacía menos de 48 horas que había jugado el último encuentro. Un partido apasionante y enérgico, en el que superaron con mucha dignidad a una combativa Virtus. Hoy, en el Palau, se cierra el domingo con un match de nivel entre los locales y el Baskonia, que no está cuajando su mejor inicio de temporada.
Primera mitad
El partido empezó igualado, con ataques vistosos en ambos lados de la pista. Un Vesely fuerte se mostraba enchufado en el interior de la zona, mientras que los vascos demostraban su calidad con una puntuación repartida en efectivos ataques. El primer cuarto sintetizó un nivel medio en ambos equipos, sin despistes, que bailaron un vals de igual a igual. El aficionado del Palau se quedó con ganas de más espectáculo en un cuarto de nivel, respetuoso y reñido, aunque sin muchos highlights. (19-19)
El segundo cuarto siguió la tónica del primero, pero ambos equipos bajaron el rendimiento ofensivo. Más desconcentrados, menos acierto, simplemente más flojos. La primera mitad del partido transcurría en un goteo lento de regular anotación. Un triple de Howard y un 2+1 de Diakite seguidos decantaron la balanza del cuarto para los visitantes y marcaron una distancia de nueve puntos a falta de dos minutos. (32-41) Pese a esto, el Barça sacó garra y recuperó la distancia. Un triplazo de Punter y dos buenas acciones ofensivas de Vesely y Toko Shengelia —los de siempre— recortaron la diferencia en el marcador. Dos puntos de Howard antes de que sonara la bocina sirvieron para volver a situar a los suyos por encima, y salieron victoriosos de la primera mitad de un encuentro igualado y difícil, que se iba a resolver en pequeños parciales y despuntes de luz de algún genio en pista. (39-43)
Segunda mitad
El Barça, en las dos primeras jugadas del segundo tiempo, empató el partido. Después de esto, entre Shengelia y Cale anotaron 10 puntos en los tres primeros minutos que ayudaron a los culés a situarse cuatro arriba. El cambio de intensidad entre el final del segundo cuarto y los albores del tercero fue palpable. Se notó en el marcador y en las voces de los espectadores del Palau.
El cuarto siguió con anotación repartida entre ambos, y un ligero recorte de ventaja de los de Vitoria fue rápidamente neutralizado por dos triples consecutivos de Brizuela que animaron al equipo. (57-52) Tornike Shengelia siguió dominando el juego en la cancha. Pocas veces había visto un jugador tan sólido y efectivo como él. El Barça continuó enchufado y, a falta de tres minutos para el último cuarto, se situó seis arriba (61-55). A esto, los blaugrana combinaron dos grandísimas defensas culminadas por Clyburn y Brizuela desde el perímetro —gran cuarto de la Mamba— para dirigir a los suyos hacia el triunfo. (67-55)
Aun así, los últimos minutos los aprovecharon los vascos. Reducieron la distancia en el marcador con sólidas defensas y se situaron a ocho puntos por debajo a falta de diez minutos para terminar este importante encuentro.
Me quedo fascinado con los triples de Clyburn. Tiene una facilidad inmensa para anotar carambolas desde el perímetro y mantener un rostro serio, tranquilo, apaciguado. Guarda las características para ser el triplista que pide todo equipo. Una suerte de matador que, en el momento cumbre de la noche, no titubea al usar la muleta. Y no se pasea con facherío al ver su triunfo en el ruedo. Sabe que la llave está en su sangre fría.
Y el ritmo del partido proseguía en este último cuarto, que abría mi querido Clyburn con un triple bien complicado, al que, por desgracia de los locales, le seguía una buena actitud de los de Vitoria que, ahora sí, reducían el luminoso hasta obtener una distancia corta, de tan solo cuatro puntos, para afrontar los últimos seis minutos de partido.
Entonces, los jugadores asumieron la responsabilidad que pedía el contexto del encuentro. El Barça conectó dos grandes defensas cuando los visitantes se habían puesto a tres puntos, que aprovechó Punter dando una gran e ingeniosa asistencia y anotando un buen triple que levantó al Palau a falta de cuatro minutos. (83-75)
Después de un acierto de Luwawu de dos, llegó el momento en el que el Barça materializó la solidez que tanto ansiaba. Shengelia recuperó dos balones seguidos que terminaron en canasta para los suyos. Con estos cuatro puntos, el Barça consolidó una diferencia de diez puntos a falta de un minuto para la bocina final. El último minuto pasó en un estado de levedad, donde los jugadores, con la notable diferencia en el marcador, jugaron a hacer pasar rápido el tiempo. El Barça ganó y celebró una victoria disputada que se decidió en el último cuarto, para cerrar una semana perfecta de Óscar Orellana, que vuelve a su puesto de staff en el nuevo equipo de Pascual con un 100% de victorias en una semana (91-83). A este Barça le espera la leyenda Pascual, que va a buscar crear un proyecto ambicioso que devuelva el honor a esta sección tan demeritada durante las últimas tres temporadas.