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Jugador de baloncesto con uniforme azul y rojo avanza con el balón mientras un oponente con uniforme blanco lo defiende en la cancha

El Barça logra la victoria ante el Bolonia y ya espera a Xavi Pascual (88-81)

El Barça sacó fuerzas para sumar una victoria muy importante en Euroliga

Una semana complicada en las oficinas del Barça. Tras las dos derrotas ante Madrid y Girona, la directiva del Barcelona se propuso por fin hacer un cambio en el banquillo. El antiguo entrenador, Joan Peñarroya, salió de hurtadillas del Palau ante el mal rendimiento de los últimos meses. Su lugar lo ocupará la leyenda Xavi Pascual, aunque contra la Virtus de Bolonia, este pasado viernes, vimos al equipo dirigido por el veterano Orellana, encargado de construir el puente entre dos Barças que van a ser muy distintos.

Hombre con traje azul saludando con la mano levantada en un evento deportivo con público desenfocado al fondo
Xavi Pascual regresa al Barcelona | @fcbbasket

El segundo cuarto elevó el ritmo de partido. Los de Bolonia, de la mano de un habilísimo Edwards y un efectivo Morgan, mejoraron significativamente en ataque. Aunque el tono igualado siguió dominando el parqué, a falta de cinco minutos los italianos se alejaron cinco puntos - una distancia relevante dada la igualdad del marcador. Orellana pidió un tiempo muerto astuto que permitió a los culers volver a encontrarse en pista. El querido Vesely anotó cuatro puntos consecutivos en dos jugadas, rápidamente contestados por un difícil triple de Jallow. Después anotó Parra, la Virtus perdió un balón y Punter convirtió un triple que acercó a los suyos a un punto cuando quedaba un minuto y medio para llegar al descanso. (42-43)

El Barça completó después dos defensas perfectas, sin concesiones, que impidieron al Bolonia anotar. Sin embargo, en la penúltima acción ofensiva, Shengelia perdió el balón en un forcejeo discutido donde el árbitro, casi irónicamente, no vio falta. Y en la última posesión del primer tiempo, con cinco segundos en el reloj, Cale recuperó el balón y Punter, desde media pista, anotó un triple impresionante que levantó al Palau y adelantó a los barcelonistas. Punter sabe que él tiene la llave. (45-43)

Ambos equipos parecían haberse puesto de acuerdo en no abrir brecha en el marcador. Una sensación de respeto mutuo se palpaba en el Palau. A pesar de la igualdad —que podría confundirse con aburrimiento—, se estaba viendo un partido de nivel y de buenas defensas. Con pequeños destellos individuales y fuerzas muy equilibradas, el duelo continuó con distancias mínimas en el resultado. A falta de cinco minutos para el último cuarto, con buenos minutos de Cale y Punter por parte blaugrana, y de Edwards y Jallow por parte italiana, el marcador seguía ajustado (55-52).
La intensidad era palpable y el tiempo corría. El Barcelona fue ligeramente superado en los últimos tres minutos del periodo. En un partido como este, la mínima superioridad en ciertos detalles podía decidir el porvenir del encuentro. Así fue como Bolonia, de la mano de Matthew Morgan, encadenó un parcial de 8-2 que puso a los italianos seis arriba. En ese momento, después de otra canasta visitante, sonó la bocina que determinó que el Barça solo tendría diez minutos para remontar (61-67).

Brizuela abrió el último cuarto con un triple para los culers tras una canasta de la Virtus. En la siguiente jugada, Shengelia recuperó el balón y Parra anotó otro triple. A esto le siguió otra recuperación sólida del Barça, que terminó en un nuevo triple del ex de la Penya. Un seminuevo Barça completó un parcial de 9-0 en apenas dos minutos para adelantarse en el marcador. Un inicio de cuarto fantástico, intenso y efectivo.
La mejora defensiva en apenas una semana era más que notable. La demostración de esfuerzo y de intensidad de los jugadores fue muy significativa. El Barça cuajó cuatro primeros minutos de cuarto excelsos en los que recuperó muchos balones y maximizó su eficacia ofensiva. Joel Parra estuvo perfecto en ambos lados de la pista. El Palau recuperó el sonido de sus grandes noches. Y para cerrar un increíble parcial de 16-0, un triple de Satoransky obligó a Dusko Ivanovic a pedir tiempo muerto.

Los nervios en el Palau eran palpables. Tras los mejores cinco minutos de toda la temporada, la Virtus anotó cinco puntos consecutivos. Shengelia cortó el parcial italiano y sumó uno de dos desde la personal. En apenas un minuto, y con solo uno por jugar, la Virtus se puso a tres, pero apareció Will Clyburn desde el perímetro para volver a marcar diferencias. Un triplazo complicadísimo colocó al Barça seis arriba a falta de un minuto (86-80).
Una gran recuperación de Clyburn en la última ocasión importante de los visitantes selló el final del encuentro. El Barça cerró el partido con unos últimos diez minutos inmensos, inimaginables hace apenas una semana en términos de intensidad y emoción. Los jugadores allanaron el terreno para Xavi Pascual, que parece que recibirá un equipo con actitud, despierto y con hambre. (88-81)