El pasado 19 de noviembre, Pablo Páez Gaviria sufriría una terrible lesión en su rodilla derecha: ruptura del ligamento cruzado anterior y una lesión asociada al menisco externo. Esto sería lo que sentenciara el resto de la temporada para el jugador del Barça.
Fatídico día para el jugador que disputaba un partido intrascendente con la selección española.
Casi siete meses después, pudimos ver al joven canterano del Barça, pisando césped natural y seguir entrenando de cara a su recuperación.
Esto es un proceso que, según el propio club, debe seguir avanzando paso a paso.
No es la primera vez que vemos al 6 del Barça trabajar enfocado en su rehabilitación. Ya en marzo, el club blaugrana había compartido un entrenamiento en un entorno diferente a la Ciutat Esportiva. En la playa el jugador realizaba trabajos específicos para mejorar la funcionalidad de su tren inferior.
Además, en diversas ocasiones hemos visto al jugador muy concentrado en su recuperación. Sesiones sobre distintos tipos de terreno y trabajos en el gimnasio son muestras del esfuerzo que está realizando para volver lo antes posible.
Aunque aún queda mucho camino para que Gavi vuelva a competir al máximo nivel, noticias como estas llenan de ilusión. Se espera que para el mes de noviembre de este año, el jugador pueda comenzar a realizar entrenamientos más frecuentes.
El 2025 podría marcar el regreso del joven y talentoso jugador del Barça al campo bajo la dirección de nuevo entrenador, Hansi Flick.
Sin duda que la vuelta de Gavi a este tipo de entrenamientos renueva la esperanza y la ilusión entre los aficionados culés.
Su esfuerzo y dedicación son características típicas de él. Con cada paso que da hacia su recuperación, el crack del Barça no solo fortalece su propio camino. También inspira a todos aquellos que esperan verlo brillar de nuevo con el club blaugrana.