Barça y Real Madrid se enfrentan este domingo a las 21h en el Santiago Bernabéu. El encuentro, perteneciente a la jornada 32 de Liga, enfrenta al primer y segundo clasificado en el que apunta a ser uno de los duelos más duros de la temporada.
Es un Clásico y en un partido así, puede suceder cualquier cosa, pero sobre el papel el Real Madrid parte como claro favorito. El combinado blanco viene de una alegría histórica ante el Manchester City en Champions y es líder indiscutible de la Liga.
Con su 4-4-2 con variantes por delante, ha sido capaz de sobreponerse a las bajas de Militao y Courtois y convertirse en uno de los equipos más sólidos del panorama futbolístico. Además, los goles de Bellingham, sumados a la velocidad de Vinicius y a la fiabilidad de Kroos y Rüdiger, han hecho del Madrid un equipo más completo que el Barça.
La prórroga del Madrid o el factor emocional: ¿Qué pesará más?
La gran pregunta del partido, obviando la de como llegará el Barça emocionalmente. El equipo de Carlo Ancelotti jugó su partido de Champions un día después y con tiempo extra incluido. De normal, este aspecto debería favorecer al Barça, para que al menos este, esté más fresco físicamente.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta el factor emocional y ambiental. El Clásico se juega en un Bernabéu que estará eufórico con unos jugadores extramotivados. Habrá que ver si eso es capaz de paliar el innegable cansancio que deben arrastrar.
En este sentido, no hay que olvidar que este factor podría llevar a Ancelotti a rotar respecto al once de Europa. El Madrid tiene ocho puntos de colchón en la Liga y lo normal sería que introdujese algún cambio dando entrada a Brahim, a Tchoaméni o a Luka Modric, por ejemplo.
LAS AMENAZAS del Real Madrid
Los peligros del Real Madrid son claros. En ataque, sin olvidar a Rodrygo, tendrá que tratar de parar al siempre incómodo Vinicius, que se está moviendo mucho por dentro esta temporada. Por lo tanto, ya no sirve la fórmula de Araujo de lateral y el Barça tendrá que andar con cuidado con sus desmarques de ruptura.
Por otro lado, estará Jude Bellingham, la gran revelación de esta temporada. El inglés se ha presentado en la Liga Española como un auténtico huracán y aunque ha bajado sus prestaciones respecto al inicio de temporada, acumula 16 tantos en la competición.
Por eso, Xavi tendrá que vigilar por donde se ubique el inglés, puesto que muchas veces se hace indetectable para el mediocampo rival. Y por último, Kroos, el metrónomo alemán. No está claro si será titular el domingo después de la 'paliza' de Manchester, pero si lo es, muchas de las opciones culés de tener el balón pasarán por incomodarle.
LAS CLAVES DEL PARTIDO: la pelea por el control y la vigilancia de la espalda
Dejando de lado los factores emocionales y ambientales, en los que el Barça sale perdiendo, Xavi debe centrarse en lo que sucede en el campo. Y ahí el Barça tiene trabajo. La primera clave tiene que ver con el control del medio del campo.
El Barça sufre mucho sin pelota y si no es capaz de controlar lo que sucede en dicha demarcación, tendrá mucho terreno perdido. Así, los papeles de Gündogan, Pedri y De Jong serán claves para retener la pelota y tratar de escondérsela a los mediocampistas merengues.
En este sentido, los jugadores del Madrid no pueden recibir en zonas centrales de cara y sin presión. Porque si eso sucede, estos tendrán la posibilidad de poner a correr a las muchas balas ofensivas del Madrid y ahí es donde el Barça puede sufrir en el partido. De hecho, es como lo hizo en la final de la Supercopa, donde los medios del Madrid recibían sin oposición y la línea adelantada del Barça permitía hacer volar a Vinicius.