El futuro de Leo Messi empieza a cruzarse con un nuevo capítulo inesperado. Una reunión confidencial ha encendido el interés de varios dirigentes. Si decide moverse, su destino podría marcar un tsunami en el mercado de verano.
Aunque el argentino está cómodo en Estados Unidos, no descarta cambiar de escenario. A sus 38 años sigue en forma y con hambre de competir. Su mente está puesta en llegar al Mundial 2026 en condiciones óptimas.
El Barça, que evocó su sombra durante años, ahora se enfrenta a la realidad. Juan Laporta y Deco estudian posibles movimientos, pero las limitaciones financieras pesan. El factor emocional puede ser clave, aunque el reto económico sea colosal.

Una despedida pendiente desde 2021
En 2021, Messi renovó con reducción salarial, pero la normativa financiera lo impidió. Ese adiós forzado dejó tristeza en una afición que aún no tuvo despedida oficial. Lo vivido en el día de su salida sigue marcando el imaginario blaugrana.
Tres años después, Messi ha construído una vida distinta en Miami, jugando en la MLS. Allá disfruta de más libertad y menos presión mediática. El fútbol sigue siendo su pasión, pero en otro contexto menos exigente.
Aun así, su rendimiento en un nivel competitivo sorprende a propios y extraños. Sus estadísticas y liderazgo siguen brillando en cada partido. Y esto ha hecho que su futuro vuelva a reactivarse entre bastidores.

La reunión clave y la oferta árabe
Según múltiples informes, Jorge Messi se reunirá en Estados Unidos con emisarios de un club saudí. La cita representa una nueva ofensiva ambiciosa y millonaria. Pretenden convertir a Messi en el nuevo buque insignia de su proyecto deportivo.
La propuesta económica incluiría condiciones que superarían con creces su salario actual en Miami. Además, van acompañadas de una campaña mediática global en crecimiento constante. El plan busca reavivar el fútbol en una liga emergente y atraer a más estrellas.
Pese a la tentación económica, Messi solo daría un paso así si tiene motivos deportivos. Y ahí aparece el Barça, su único destino emocional posible si decide regresar. Por su parte, el equipo culé debería considerar un movimiento tan arriesgado como emotivo.

Oportunidad para el Barça, aunque compleja
La directiva azulgrana está al tanto de esta nueva ofensiva saudí. Aunque no pueden competir económicamente, su posición sentimental es mucho más fuerte. Los lazos que unen a Messi con Barcelona son tan profundos que ninguna oferta podrá romperlos del todo.
Laporta mostró en 2021 su voluntad de mantenerlo, pero la normativa le forzó a renunciar. Ahora, la pregunta es si existe una puerta abierta desde el Camp Nou. Un regreso, aunque difícil, podría tener sentido deportivo y económico.

Desde el entorno de Messi surgen señales contradictorias, pero siempre con un denominador común: no cierra ninguna puerta. Su imagen sigue vinculada al club que le convirtió en ídolo universal. Y ese vínculo pesa tanto como cualquier cifra.
El equipo saudí es Al Hilal, que suma una nueva ofensiva por el astro argentino. Su objetivo es claro: liderar un proyecto ambicioso con nombres globales. Si Messi decide moverse… hará temblar el fútbol mundial.