Hans-Dieter Flick ha elaborado una lista de jugadores que no entran en sus planes para la próxima temporada. En ella figuran perfiles veteranos que han perdido protagonismo y jóvenes que no han alcanzado el nivel exigido. El técnico ha pedido a la dirección deportiva que resuelva estas situaciones antes del cierre del mercado.
El objetivo es liberar fichas y espacio salarial para un vestuario que ya considera completo en todas las líneas. La llegada de refuerzos como Roony Bardghji, Marcus Rashford o Joan García, junto a jóvenes de La Masia, ha cerrado el cupo. Ahora el trabajo de Deco y Laporta pasa por concretar salidas que llevan semanas sobre la mesa.
Entre los señalados figuran nombres conocidos por la afición que ya se han quedado al margen de la dinámica. Casos como Oriol Romeu o Iñaki Peña son claros ejemplos de jugadores sin hueco. Sin embargo, la decisión más llamativa involucra a un canterano que hasta hace poco era considerado una joya de futuro.
De promesa ilusionante a descarte inesperado
Este joven defensor debutó con el primer equipo bajo el mando de Xavi Hernández, dejando muy buenas sensaciones. Su físico potente y su capacidad para incorporarse al ataque llamaron la atención en sus primeras apariciones. Parecía destinado a ganarse un sitio estable en el vestuario culé a medio plazo.
Con la llegada de Flick, su nombre siguió en la lista de posibles opciones para el lateral derecho. El entrenador alemán le permitió viajar con el equipo a la gira asiática e incluso disputar algunos minutos. Sin embargo, esa confianza inicial pronto se transformó en un papel secundario y prácticamente invisible.
El gran obstáculo para asentarse en el once fue la competencia feroz de un titular indiscutible. Jules Koundé acaparó prácticamente todos los minutos disponibles en su demarcación. Cuando el francés cayó lesionado, Flick prefirió improvisar con otros futbolistas antes que apostar por el canterano.

Dudas dentro y fuera del campo
En el cuerpo técnico consideran que aún está verde para competir de forma regular en la élite. Sus cualidades no se discuten, pero la exigencia táctica y la concentración defensiva todavía requieren un salto de madurez. El propio Flick lo ha reconocido en privado, aunque públicamente evita señalarlo.
A este factor se ha sumado su comportamiento fuera del terreno de juego, que no ha convencido a la dirección. Su vida nocturna activa y un retraso el primer día de entrenamientos no han ayudado a mejorar su imagen. Estos episodios han contribuido a que su crédito se agote más rápido de lo previsto.
Laporta y Deco han debatido sobre la mejor fórmula para gestionar su futuro inmediato. En un principio, la idea era buscarle una cesión para que acumule minutos y experiencia. Sin embargo, no se descarta un traspaso si llega una oferta interesante y se asegura una opción de recompra.

Interés desde Francia y cuenta atrás
En los últimos días, un club francés ha aparecido en escena con una propuesta clara para incorporarlo. El París FC se ha puesto en contacto con el Barça para conocer las condiciones de un traspaso en propiedad. La oferta incluye que el club azulgrana conserve un porcentaje sobre una futura venta.
Quedan apenas veinte días para que el mercado cierre y la operación debe resolverse antes de esa fecha. El jugador, consciente de que no entra en los planes de Flick, está abierto a escuchar propuestas. Tanto su entorno como la dirección deportiva coinciden en que lo mejor es encontrar un nuevo destino cuanto antes.
El capítulo parece próximo a cerrarse, pero todavía faltan detalles por pulir para concretar su salida. Si se confirma, el Barça perderá a uno de sus canteranos más prometedores de los últimos años. Ese jugador, que pasará a vestir otra camiseta, no es otro que Héctor Fort.
