El FC Barcelona ha vivido un verano lleno de movimientos y decisiones difíciles en la planificación deportiva. Con Flick en el banquillo y la gestión conjunta de Joan Laporta y Deco, se han sentado las bases de un proyecto que busca rejuvenecer la plantilla y corregir desequilibrios. En este proceso, varios jugadores importantes han estado en el punto de mira, ya sea por su situación contractual, por el rendimiento ofrecido o por los problemas físicos que han arrastrado.
En este escenario, la portería culé ha estado bajo especial atención. Durante los últimos años, ha sido una posición indiscutible por la presencia de ter Stegen, pero la última temporada estuvo marcada por lesiones y decisiones que pusieron en duda su continuidad. La incorporación de Joan García es prueba de que la directiva culé quería asegurarse un recambio de garantías para los próximos años, aumentando aún más la presión sobre el alemán.
Relación cada vez más desgastada
Las dificultades físicas de Ter Stegen comenzaron a marcar un antes y un después. Tras una grave lesión de rodilla que lo mantuvo apartado de los terrenos de juego, el guardameta buscó recuperar la titularidad rápidamente, algo que generó tensiones con el cuerpo técnico. Laporta y Deco, responsables de la gestión deportiva, tomaron nota de estas actitudes.
A la vez, Flick decidió apostar por consolidar alternativas como Joan García, dejando claro que la confianza en Ter Stegen ya no era la misma. El portero alemán, convencido de que todavía podía recuperar su mejor nivel, intentó resistir en el club. Pero una nueva lesión que lo llevó al quirófano terminó por complicar todavía más su situación y aceleró la búsqueda de soluciones por parte de la directiva culé.
Fecha marcada en rojo
Todo apunta a que la decisión está tomada: el Barça y Ter Stegen han llegado a un acuerdo para separar caminos a partir de enero. El club aprovechará su ausencia por lesión para liberar gran parte de su ficha y poder inscribir a todos los futbolistas que todavía estaban pendientes de registro en La Liga. A cambio, han ofrecido al portero la posibilidad de marcharse libre, sin coste de traspaso, una vez se abra el mercado invernal.
De esta manera, el alemán podrá buscar un nuevo destino que le garantice minutos y continuidad. Su salida marcará el final de una etapa de más de una década en el Camp Nou. Pero el club entiende que era un paso necesario en su proceso de reconstrucción, mientras que el jugador prioriza seguir compitiendo en la élite.