Luis Enrique sigue moldeando la plantilla del París Saint-Germain a su manera tras una temporada histórica. El conjunto francés firmó un triplete con Ligue 1, Copa de Francia y, por fin, la Champions League conquistada en Múnich. Sin embargo, el técnico asturiano ha dejado claro que su plan no se detiene en los éxitos recientes: el mercado de fichajes es clave para mantener al equipo en la élite.
El Barça observa de reojo estos movimientos, ya que el PSG no solo apunta a reforzarse, sino que sus decisiones también condicionan indirectamente al club azulgrana en la ventana estival. En especial, la portería, un escenario donde el Barça busca oportunidades para liberar masa salarial con una hipotética salida de Marc-André ter Stegen. París parecía una alternativa lógica para el alemán, pero la dirección deportiva parisina ha tomado otro camino.
Brillar en París no es suficiente
El gran protagonista de este cambio es Gianluigi Donnarumma. El portero italiano, pese a haber firmado una Champions League sobresaliente y ser pieza clave en el triplete, no continuará en París. Luis Enrique nunca estuvo del todo convencido con su irregularidad y sus problemas con el juego de pies.
Las negociaciones para renovar no han prosperado, y el club ha decidido abrirle la puerta ante el interés de la Premier League. El PSG, decidido a pasar página, ha cerrado el fichaje de Lucas Chevalier, la joven promesa del Lille y futuro portero de la selección francesa. La operación rondará los 40 millones de euros, cifra que confirma la apuesta parisina por un nuevo ciclo bajo palos.
Este movimiento también significa que el club descarta otras opciones como Ter Stegen. Algo que complica los planes del Barça para liberar su ficha y generar ingresos.
Golpe para el Barça
Este cambio en la portería parisina tiene un efecto colateral para los culés. Por un lado, Lucas Chevalier era un objetivo en la agenda de la dirección deportiva del FC Barcelona como apuesta de futuro, y ahora reforzará a un rival europeo directo. Por otro, el fichaje cierra la puerta a una posible negociación por Ter Stegen, que veía en el PSG un destino ideal.
En Francia dan el fichaje por hecho, mientras que Donnarumma prepara su salida rumbo a la Premier. Al meta italiano no le ha servido completar la mejor temporada de su carrera para garantizar su continuidad. Luis Enrique ha priorizado tener un portero joven, seguro con los pies y alineado con su idea de juego.
El Barça, mientras tanto, ve cómo París le gana otra partida en el mercado y deberá reconfigurar sus planes para el futuro inmediato.