Los errores no entienden de edades. Nunca se es demasiado viejo para equivocarse, pero es cierto que los jóvenes, ya sea por falta de experiencia o por exceso de impulsividad, están más expuestos al fallo. El Barça, como equipo precoz que es, ha tropezado en diferentes ocasiones a lo largo de esta Liga, dilapidando una importante ventaja sobre el Real Madrid para, 90 días más tarde del 0 a 4 en el Bernabéu, verse siete puntos por debajo del eterno rival en la tabla. Una diferencia que se antojaba imposible de remontar. Primero porque los de Flick no eran capaces de salir del bache en competición doméstica. Y segundo, porque los de Ancelotti parecían haber encontrado la solvencia que les había faltado en el primer tramo de temporada.
Pero a veces, a quien no decae, a quien sigue picando piedra a pesar de las circunstancias y, sobre todo, a quien sigue creyendo en sus posibilidades, el destino le brinda una segunda oportunidad. Porque cuando ves que una plantilla como la del Real Madrid se te escapa en la clasificación, puedes caer en la tentación de agachar la cabeza, de bajar inconscientemente la intensidad de tu juego, sabedor de que alcanzar al líder va a ser prácticamente imposible. Y ahí radica el éxito de Hansi Flick y sus futbolistas, en el hecho de haber trabajado igual o más cuando las cosas no salían que cuando marchaban como la seda.
En este 2025 el FC Barcelona ha disputado un total de 11 encuentros entre Copa del Rey, Liga, Champions y Supercopa de España sin conocer todavía la derrota. Un total de 9 victorias y dos empates con números que vuelven a ser un escándalo; 42 goles a favor y 12 en contra. Ha sabido volver a su prime mientras esperaba paciente a que los acontecimientos le fueran favorables, y los astros han decidido alinearse para recompensar el buen hacer de los de Flick. Los tropiezos consecutivos de Real Madrid y Atlético le han abierto las puertas de la fiesta a un Barça que, en principio, no tenía entrada para la misma pero sí muchas ganas de pasárselo bien. Y con este nuevo escenario que se nos ha presentado, con un conjunto azulgrana que muchas semanas después vuelve a depender de sí mismo para ser campeón de Liga, a ver quién se atreve a no colgarle el cartel de favorito.
Siendo realistas, la Liga sigue estando complicada. En primer lugar, porque ya hemos visto al cuadro barcelonista rozar la perfección este curso, para más tarde atravesar una crisis que le llevó a sumar tan solo 6 de 24 puntos posibles, algo que nadie puede asegurar que no vuelva a suceder, sobre todo tratándose de un equipo tan joven. También porque no hay margen de error, el más mínimo tropiezo hará que el Barça vuelva a no depender de sí mismo, y eso puede pesar mucho a nivel anímico. Y por último, porque más allá de los enfrentamientos directos ante merengues y colchoneros de las próximas jornadas, las dos últimas salidas del conjunto culé en la competición domésticas serán a Cornellá - El Prat y San Mamés, dos campos donde se les tiene muchas ganas a los pupilos de Flick y donde más vale que no te estés jugando demasiado.
A pesar de ello, el FC Barcelona tiene todo el derecho del mundo a soñar, ya que se ha levantado contra todo pronóstico cuando más cerca parecía estar del ko técnico. A día de hoy, de los tres de arriba es el que mejores sensaciones transmite, de eso no hay duda, y a ilusión y hambre no le gana nadie. De modo que al Barça de Hansi Flick se ha ganado por méritos propios una segunda oportunidad de luchar por la Liga, una de esas que se conceden solo a quien realmente las merece por trabajo y esfuerzo. Veremos si es capaz de aprovecharla.