El FC Barcelona vuelve a estar en el centro de las miradas del mercado internacional en este cierre estival. En los despachos azulgranas acaba de aterrizar una propuesta que supera con creces las previsiones iniciales. La cifra ofrecida supera los 60 millones de euros y sitúa a Ferran Torres en el epicentro de la actualidad.
El atacante valenciano, que ha comenzado la temporada en un estado de forma notable, es uno de los favoritos de Hansi Flick. Su polivalencia, capacidad de sacrificio y conexión con Lamine Yamal lo convierten en un recurso muy valioso. Sin embargo, la situación económica del club sigue marcando cada decisión.
Laporta y Deco son conscientes de que la masa salarial continúa condicionando al equipo. Aún hay jugadores sin inscribir y la presión del ‘fair play’ aprieta cada vez más. Ingresos extraordinarios serían un salvavidas, aunque a costa de perder a un futbolista en plena madurez.

Flick quiere retenerlo, pero la directiva escucha ofertas
El entrenador alemán ha manifestado repetidamente su intención de mantener a Ferran en su plantilla. Considera que es uno de los delanteros más fiables en partidos de alta exigencia. Su experiencia en la Liga y en competiciones europeas lo convierten en un activo de gran valor.
La directiva, sin embargo, tiene que valorar la operación desde un prisma distinto. Los 60 millones servirían para inscribir a varios jugadores pendientes y dar oxígeno financiero inmediato. A nivel institucional, la propuesta no se puede ignorar en un momento de tanta fragilidad económica.
En este escenario, la tensión entre lo deportivo y lo económico vuelve a marcar el presente del Barça. Decidir entre reforzar la plantilla o equilibrar las cuentas nunca es un dilema sencillo. Y Ferran Torres está justo en medio de ese debate.
El jugador, feliz en el Camp Nou
Por parte del futbolista, la idea es seguir vistiendo de azulgrana. Ferran atraviesa una etapa de confianza total, siente el apoyo del cuerpo técnico y el cariño de la afición. Está convencido de que puede consolidarse definitivamente como uno de los referentes ofensivos.
El delantero sabe que este curso puede ser determinante en su carrera. Con Lewandowski cada vez más cerca del final de su etapa y con Flick apostando fuerte por la juventud, él ve su oportunidad. Cambiar el Camp Nou por un destino exótico o incierto no entra de momento en sus planes.
En el vestuario, la presencia de Ferran es bien valorada. Su relación con los más jóvenes y su compromiso en entrenamientos refuerzan la idea de que es una pieza útil. Perderlo en este momento sería un golpe también a la cohesión interna.
Una ofensiva inesperada
Aun así, los rumores no se detienen. Desde hace semanas se especulaba con la posibilidad de que equipos europeos mostraran interés en Ferran. Inglaterra parecía la liga mejor posicionada para intentar convencerlo con un proyecto deportivo competitivo y salarios superiores.
Lo que nadie esperaba era una ofensiva tan agresiva procedente de un rival inesperado. La oferta recibida no solo incluye un traspaso millonario, también un contrato desorbitado para el jugador. Según fuentes cercanas, el sueldo multiplicaría por tres el que actualmente percibe en Barcelona.
Ferran lo tiene claro, pero los dirigentes saben que todo puede cambiar si las cifras aumentan en los próximos días. El mercado es caprichoso y la presión económica puede obligar a replantear estrategias de última hora.
Finalmente, ha trascendido el origen de la propuesta millonaria. El club que quiere hacerse con Ferran Torres es el Al-Ittihad de Arabia Saudí, que sigue empeñado en llevar a la Liga del Golfo a futbolistas de élite europea. Tras tantear a Rodrigo Mora, su plan alternativo es el valenciano.
Los saudíes ofrecen 60 millones al Barça y un contrato fuera de mercado al jugador. En el Camp Nou saben que de momento Ferran no contempla irse, pero la presión económica puede abrir debates internos. El enemigo nº1 del Barça ya ha movido ficha y no piensa rendirse fácilmente.