El FC Barcelona afronta el tramo final del mercado con la sensación de que todavía falta un movimiento clave. Tras semanas intensas, donde las renovaciones han marcado la agenda, Laporta y Deco preparan un golpe de última hora. En el Camp Nou se respira la convicción de que este fichaje puede marcar el rumbo de la temporada.
Las miradas están puestas en las ventas, porque el club necesita generar ingresos para poder inscribir y moverse. La operación más importante ha sido la que rodea a Fermín López, vinculado al Chelsea en los últimos días. El silencio del jugador y la insistencia del club inglés han hecho que el Barça valore escenarios que antes parecían imposibles.
Si finalmente Fermín acaba saliendo por una cantidad cercana a los 80 o 90 millones , la dirección deportiva ya tiene decidido dónde destinar parte de ese dinero. El objetivo es dar a Hansi Flick el extremo que tanto ha pedido desde que comenzó el mercado.

Flick aprieta y pide un refuerzo inmediato
El entrenador azulgrana lleva semanas insistiendo en la necesidad de contar con más pólvora en ataque. Aunque Marcus Rashford llegó como fichaje estrella, sus primeras apariciones no han convencido al cuerpo técnico. Flick teme que repetir temporada con una dependencia tan marcada hacia Lamine y Pedri acabe pasando factura en los momentos decisivos.
Deco comparte esa visión y por eso se ha puesto manos a la obra en busca de alternativas. La hoja de ruta es clara: aprovechar el dinero de la posible venta de Fermín para cerrar un fichaje de impacto. El Barça necesita rejuvenecer y reforzar posiciones clave, y el ataque ha sido señalado como la prioridad absoluta.
En este contexto, la opción del mercado nacional ha quedado descartada. Eso ha llevado a Laporta a explorar caminos en el extranjero, especialmente en Francia, donde ya existe una relación muy estrecha con varios intermediarios.

París, escenario del movimiento decisivo
En los últimos días, todas las miradas se han desplazado hacia París, donde un futbolista concreto ha despertado consenso en los despachos azulgranas. Se trata de un perfil joven, veloz y con desborde, que encaja perfectamente en lo que pide Flick. Además, ya sabe lo que es jugar al máximo nivel en Champions League.
El PSG no estaba dispuesto a negociar fácilmente, pero la situación económica del Barça ha cambiado. Con la posibilidad de ingresar una cifra récord por Fermín, los catalanes tienen ahora la capacidad de lanzar una propuesta convincente. El jugador, por su parte, estaría encantado de dar un salto a la Liga española para convertirse en protagonista.
Los contactos entre ambos clubes se han intensificado en las últimas horas y la operación avanza con más rapidez de la esperada. Incluso desde el vestuario del Barça ya circula la ilusión por un fichaje que puede revolucionar el ataque. Flick ha pedido que, si se concreta, el futbolista llegue cuanto antes para adaptarse a su esquema.

El elegido para cambiarlo todo
La apuesta del Barça es firme y tiene un nombre propio. El club considera que este jugador no solo aportará desequilibrio inmediato, sino que también puede convertirse en una inversión de futuro. Su juventud, proyección y carácter competitivo lo convierten en la pieza que faltaba para equilibrar la plantilla.
Después de valorar múltiples opciones, la dirección deportiva lo tiene decidido. El fichaje soñado para reforzar el ataque azulgrana no es otro que Bradley Barcola, actual extremo del PSG. El francés, de apenas 22 años, se perfila como el gran movimiento culé de última hora si se confirma la salida de Fermín.
Con su velocidad, desborde y capacidad para generar peligro en el uno contra uno, Barcola se presenta como la guinda al proyecto de Flick. Un fichaje estratégico que puede hacer olvidar la salida de Fermín y devolver al Barça a la élite competitiva que busca desesperadamente.
