El Manchester City ha iniciado una ofensiva sin precedentes tras su inesperada eliminación en el Mundial de Clubes. Pep Guardiola, visiblemente contrariado por el rendimiento de su plantilla, ha pedido una reacción contundente. Y su petición ha sido clara: quiere fichar en el FC Barcelona.
El técnico catalán ha señalado directamente a una de las piezas con más proyección del equipo de Hansi Flick. Considera que tiene talento, madurez competitiva y un perfil perfecto para adaptarse a la Premier League. La dirección deportiva del City ya ha recibido la orden de ir con todo.

El Barça ha sido informado del interés y no se ha mostrado cerrado a negociar. Aunque el club no desea desprenderse de ningún joven clave, su situación económica le obliga a estudiar ciertas propuestas. Y si el City llega con una oferta descomunal, se abrirá el escenario.
La cantidad que se plantea sobre la mesa es desorbitada. El conjunto inglés estaría dispuesto a alcanzar los 100 millones de euros. Una cifra difícil de rechazar para cualquier club del mundo, incluido el Barça.

El City se adelanta y prepara su movimiento
El Barça ha reforzado su plantilla con la llegada de Joan García y espera cerrar en breve la de Nico Williams. Con estos movimientos, algunas piezas del equipo actual podrían verse afectadas en cuanto a protagonismo. Especialmente aquellos que aún no tienen asegurada la titularidad.
Guardiola ha identificado un hueco concreto en su plantilla tras su eliminación internacional. El técnico quiere más creatividad, llegada desde segunda línea y capacidad técnica en el último tercio. Y cree haber encontrado a su jugador ideal en la actual plantilla azulgrana.

Desde Manchester no solo valoran su rendimiento, sino también su proyección a largo plazo. Consideran que aún no ha tocado techo y que, con el entorno adecuado, puede explotar en la Premier. Además, el jugador vería con buenos ojos una mejora sustancial de condiciones.
El Barça, por su parte, sigue debatiendo internamente si priorizar su continuidad o dar paso a una venta estratégica. Joan Laporta y Deco no quieren precipitarse, pero son conscientes de que 100 millones darían mucho margen de maniobra.
La posición de Flick y los planes del jugador
Hansi Flick ha sido claro en sus declaraciones públicas: confía en los jóvenes y quiere que sigan creciendo en el club. Sin embargo, también sabe que no puede prometer minutos garantizados a todos en una plantilla tan competitiva. La llegada de Nico Williams puede cambiar el equilibrio.
El jugador que busca el City ha tenido un rendimiento destacado en varios tramos de la última temporada. Ha brillado en partidos clave, ha sumado goles y asistencias, y se ha ganado un sitio en la rotación. Aun así, no tiene garantizado el rol de titular indiscutible.

Desde su entorno reconocen que existe interés por parte de otros clubes, pero aún no se ha tomado ninguna decisión. Valoran la confianza del Barça, pero también las condiciones y el protagonismo que podría tener fuera. Y la oferta del City, en ese sentido, es irrechazable.
Guardiola ya ha hablado con él, le ha explicado su plan, su rol en el equipo y cómo lo ve a medio plazo. El jugador, impresionado por el proyecto, se lo está pensando. Pero la decisión final dependerá de lo que diga el Barça.

La joya que Guardiola quiere en su plantilla
El futbolista por el que el Manchester City está dispuesto a pagar 100 millones de euros es Fermín López. El centrocampista ofensivo de 21 años ha sido una de las grandes revelaciones del Barça en la era post-Busquets. Y ahora, puede convertirse en el traspaso más alto de la historia del club.

El club inglés considera que puede jugar tanto como interior como mediapunta, e incluso en banda si se requiere. Su versatilidad, visión de juego y gol lo convierten en un objetivo prioritario. El Barça, aunque reacio, ya ha fijado un precio de salida entre 75 y 100 millones, en función de las variables.
Fermín está valorando su futuro con calma, sabiendo que no todos los días llama a tu puerta el campeón de Europa. Guardiola lo quiere, el City lo necesita… y el Barça tiene la última palabra.