Julián Álvarez era el gran sueño de este verano en el FC Barcelona, pero la historia ha llegado a su fin. Tras semanas de conversaciones sin frutos, el Atlético de Madrid ha dejado claro que no lo quiere vender. El delantero argentino, pieza clave para Simeone, seguirá siendo rojiblanco al menos una temporada más.
La dirección deportiva culé ha asumido ya que no podrá incorporar al jugador deseado por Flick desde el primer día. El técnico alemán había pedido un delantero móvil, con gol, presión alta y recorrido defensivo. Julián encajaba perfectamente en ese perfil, pero las condiciones económicas lo han convertido en una opción imposible.
El Atlético no solo ha rechazado negociar, sino que ha puesto un precio disuasorio para evitar tentaciones. Ninguna de las fórmulas planteadas por el Barça —ni cesión con opción de compra ni traspaso aplazado— ha sido aceptada. Con ese escenario, el club ha decidido no perder más tiempo y activar un nuevo plan.

Un cambio de rumbo ante la falta de alternativas reales
El Barça no puede permitirse esperar más en un mercado que avanza a gran velocidad y con mucha competencia. La salida de Pau Víctor al Braga ha dejado un hueco que debe cubrirse con urgencia y garantías. Lewandowski no entra en los planes de futuro y el equipo se queda corto de delanteros.
Hansi Flick necesita reforzar la línea ofensiva con un ‘9’ capaz de rendir desde el primer momento. El perfil que busca es claro: vertical, físico, veloz, presionante y con margen de mejora. El nuevo objetivo responde exactamente a esas características y ya ha sido aprobado por el cuerpo técnico.
Aunque no era la primera opción, el club lo considera ahora como la alternativa más sólida y accesible. Su edad, experiencia en grandes ligas y conocimiento del fútbol español juegan a favor. Además, su coste es inferior al de Julián, lo que facilita una operación rápida si se activa una venta.

Decisión estratégica basada en rendimiento, precio y encaje
Deco ya ha reactivado los contactos con su entorno, que ve con buenos ojos la opción del Barça. El jugador valora la posibilidad de salir este verano si puede tener más protagonismo en un equipo competitivo. Aunque ha tenido oportunidades en su actual club, no se siente indiscutible y busca un cambio de aires.
Desde los despachos del Camp Nou insisten en que no se repetirá el error de años anteriores con fichajes improvisados. El objetivo es firmar a un delantero que haya demostrado nivel en LaLiga o ligas de alto nivel. Un perfil que no requiera adaptación y que pueda crecer con la idea futbolística de Flick.
El nuevo candidato ya fue seguido en el pasado, y su fichaje se descartó entonces por motivos económicos. Ahora, con otra situación de mercado, vuelve a entrar en escena como una gran oportunidad. El club londinense no lo considera intransferible y está abierto a negociar.

El nuevo objetivo ya ha jugado en España y gusta mucho a Flick
En el Barça valoran su potencia física, su velocidad y su capacidad para atacar el espacio con inteligencia. Aunque no ha tenido una temporada regular, sus condiciones lo convierten en una apuesta con mucho potencial. El cuerpo técnico cree que puede explotar con continuidad y confianza en un entorno más ofensivo.
Su experiencia en el Villarreal dejó un buen sabor de boca y demostró que puede marcar diferencias en LaLiga. Además, ha crecido en una liga tan exigente como la Premier y aún tiene margen de mejora. Con solo 23 años, es un fichaje que combina presente y futuro para el nuevo proyecto.
Nico Jackson es el elegido. El Barça prepara ya la ofensiva definitiva para cerrar el fichaje del delantero del Chelsea.