El FC Barcelona ha tomado una decisión histórica con una de sus grandes joyas, el club blaugrana ha cerrado filas en torno a Lamine Yamal, tras recibir una propuesta del PSG. El conjunto francés, que busca a toda costa una nueva superestrella tras la marcha de Kylian Mbappé, puso 250 millones de euros sobre la mesa. Sin embargo, Joan Laporta y Deco lo han tenido claro desde el primer momento: Lamine no está en venta.
El PSG intentó repetir el golpe maestro que dio en su día con Neymar, esta vez, la diana era el extremo de 18 años que ha revolucionado Europa. El plan pasaba por pagar su cláusula de rescisión y ofrecerle un contrato galáctico. Los informes internos del club parisino consideran que Yamal puede ser el heredero natural de Messi y Mbappé, y que su impacto comercial a largo plazo sería incalculable.

Sin embargo, la reacción en Can Barça ha sido inmediata, no solo se ha rechazado de plano la propuesta, sino que también se ha actuado con contundencia para blindar su figura. Lamine Yamal tendrá el dorsal '10', símbolo absoluto del club y que dejó Leo Messi. Además, pasará a ser el futbolista mejor pagado de toda la plantilla.
Lamine es el 10
Este movimiento es una declaración de intenciones, el FC Barcelona considera a Lamine Yamal como el gran eje del proyecto deportivo, económico y mediático de los próximos años. Su talento, su madurez y su imagen están alineados con los valores que quiere proyectar la entidad. Además, en un momento de transición institucional, su figura representa la estabilidad que el club necesita.
Laporta ha dado luz verde a una mejora contractual sin precedentes para un jugador de su edad, Lamine pasará a cobrar una cifra cercana a los 20 millones por temporada. El nuevo contrato será vigente hasta 2030, con cláusulas variables por objetivos deportivos y comerciales. La prioridad era evitar tentaciones externas y reforzar el vínculo emocional del jugador con el Camp Nou.
Talentos para años
Con este movimiento, el Barça lanza un mensaje claro al mercado, no se venderán talentos de futuro por mucho dinero que ofrezcan. La apuesta es por construir desde dentro, con una generación de oro que ya incluye a Pau Cubarsí, Fermín López y Gavi. Lamine es el emblema de esta revolución silenciosa que ya empieza a dar frutos.
Además, este rechazo millonario es también una respuesta al fútbol-estado, el club catalán demuestra que, pese a sus problemas financieros, no está dispuesto a regalar a sus figuras. Ni por cifras récord. Ni aunque eso pudiera aliviar el Fair Play Financiero.
Lamine Yamal ya es el futbolista más importante del Barcelona, a nivel deportivo, institucional y simbólico. La camiseta número 10 vuelve a tener un dueño a la altura de su historia. Y el mensaje es claro: el Barça no se vende, tampoco su futuro.