El FC Barcelona ya ha comenzado su movimiento en el mercado de fichajes tras cerrar una temporada memorable con doblete. Con Hansi Flick al frente, el nuevo proyecto quiere reforzar su ataque con una pieza clave por la banda izquierda. Las prioridades iniciales, sin embargo, han quedado descartadas por razones muy concretas.
Nico Williams y Marcus Rashford eran los grandes deseados por Joan Laporta y Deco para ocupar ese puesto. Pero las elevadas cifras y las condiciones impuestas por sus clubes han provocado un giro inesperado en la estrategia. El Barça ha decidido mirar hacia otra dirección, mucho más viable para su economía.
Nico Williams jugando con el Athletic Club | Athletic Club
Rashford y Nico, fuera del radar por precio y estilo
El Manchester United pretendía incluir una opción de recompra en la operación por Rashford, lo cual frenó todo. En el caso de Nico Williams, la cláusula de 60 millones sigue siendo un obstáculo que el club no quiere asumir. Además, Flick no termina de ver claro su encaje en el modelo ofensivo que quiere implantar.
El técnico alemán busca un perfil de extremo más vertical, de desborde constante y presión alta en campo rival. Necesita un jugador que cumpla funciones específicas tanto en ataque como en defensa, sin desajustar al equipo. Por eso, el área deportiva ha buscado otras opciones que encajen mejor con este planteamiento.
Marcus Rashford se ofrece al Barça | @marcusrashford
Aprovechando sus contactos y conocimiento del fútbol alemán, Flick ha propuesto una alternativa que ha convencido a la dirección. Se trata de un jugador con experiencia, calidad probada y coste asumible para el club en la situación actual. Su falta de protagonismo esta temporada ha facilitado el acuerdo con su actual club.
Aunque no formaba parte de los planes iniciales, su perfil ha terminado por convencer a todos. El futbolista cumple con todos los requisitos del entrenador: regate, velocidad, recorrido defensivo y capacidad para desequilibrar en el uno contra uno. Además, su salario y precio de traspaso están dentro de los márgenes del club.
Deco | FC Barcelona
Una operación rápida y bien cerrada
El Barça ha querido actuar con rapidez para no quedarse sin opciones viables. Con otros clubes europeos interesados, han cerrado las condiciones en tiempo récord. El acuerdo ha sido posible gracias a la predisposición del jugador y la voluntad de su club de facilitar su salida.
La llegada se produce sin grandes alardes, pero con la confianza total del cuerpo técnico y la directiva. Será el segundo fichaje oficial del verano tras la incorporación del portero Joan García, procedente del Espanyol. Y puede que no sea el último movimiento en ataque, según cómo evolucione el mercado.
El extremo que finalmente vestirá la camiseta azulgrana es Kingsley Coman, internacional francés de 28 años. Procedente del Bayern de Múnich, su traspaso se cerrará por una cifra cercana a los 20 millones de euros. Flick ha sido decisivo en la operación, convencido de que Coman será clave en su esquema táctico.
Con contrato hasta 2027 y experiencia en grandes escenarios, Coman representa una apuesta fiable y de bajo riesgo. El Barça prioriza eficiencia y encaje sobre los grandes nombres, y con este fichaje, lo ha dejado claro. Comienza una nueva etapa en la banda izquierda del Camp Nou, con el sello personal de Flick.
