El FC Barcelona vive días de ilusión y a la vez de cierta tensión administrativa. La contundente victoria por 0-3 contra el Mallorca en el estreno liguero ha reafirmado el proyecto de Flick. Sin embargo, no todo es tranquilidad en los despachos, donde Laporta y Deco trabajan a contrarreloj.
La dirección deportiva debe resolver un problema inesperado con su fichaje más prometedor del verano, considerado una futura estrella mundial. El caso recuerda al de Franco Mastantuono en el Real Madrid, aunque con diferencias significativas en la estrategia. El Barça no quiere arriesgarse a cometer errores que puedan costar una sanción.
El espejo de Mastantuono en el Bernabéu
En el Santiago Bernabéu, el Real Madrid sorprendió inscribiendo a Mastantuono con dorsal del filial, el 30. Aunque oficialmente pertenecerá al Castilla, la intención es que esté disponible para Xabi Alonso desde el primer día. El argentino, recién llegado de River Plate, no contempla jugar en Primera RFEF bajo ningún concepto.
Florentino Pérez y su equipo aceptaron esa exigencia, ya que el objetivo del jugador es el Mundial 2026. Necesita minutos en la élite para convencer a Lionel Scaloni, y eso obliga a darle protagonismo inmediato. El problema es que esa fórmula de inscripción podría considerarse fraude de ley y provocar sanciones.
El Barça también había diseñado un plan similar con su última perla, la idea era inscribirlo con ficha del filial para aligerar el límite salarial. Sin embargo, desde el primer momento estaba claro que Flick no iba a permitir que jugara en Primera RFEF. El entrenador alemán le quiere en dinámica total de primer equipo.
Las advertencias han llegado desde La Liga, Javier Tebas ha recomendado a los azulgranas no repetir la maniobra del Madrid. El riesgo de sanción es real y podría comprometer no solo al jugador, sino también al club entero. Ante esa advertencia, Deco y Laporta buscan una salida que encaje con las normas.

Flick lo considera intransferible y esencial
El técnico ha trasladado un mensaje contundente: lo quiere disponible ya mismo para competir en Liga y Champions. Cree que es un futbolista diferencial, con un talento precoz que puede cambiar partidos desde su primera titularidad. Por eso, no entiende que cuestiones burocráticas le impidan contar con él de inmediato.
En la primera jornada no pudo estar contra el Mallorca, pero Flick espera tenerlo contra el Levante. La planificación semanal incluye entrenamientos específicos para integrarlo en los automatismos ofensivos junto a Rashford y Lamine. Su papel será clave en la rotación para que Lewandowski tenga un descanso progresivo.

Laporta y Deco trabajan a contrarreloj
En los despachos reina el optimismo, aunque reconocen que no será un proceso sencillo. La prioridad es inscribirlo con ficha del primer equipo, aunque eso implique liberar más masa salarial antes de tiempo. Laporta confía en cerrar pronto alguna salida menor para generar el margen necesario en el registro.
Además, la presión del entorno es creciente, la afición quiere verlo ya en acción, tras semanas de expectación mediática. Su fichaje generó enorme entusiasmo en redes sociales, con muchos comparándolo con promesas ya consolidadas en Europa. El Barça no quiere que la ilusión se transforme en frustración antes de septiembre.
Los técnicos que lo han seguido de cerca no dudan en catalogarlo como un potencial Balón de Oro. Su desequilibrio, capacidad goleadora y personalidad en el campo lo diferencian de otros talentos de su generación. Incluso hay voces que lo sitúan por encima de Mastantuono en cuanto a proyección inmediata.
Finalmente, el protagonista de todo este rompecabezas es Roony Bardghji, la joya sueca que deslumbra en el Camp Nou. El Barça confía en inscribirlo antes del choque contra el Levante para que Flick pueda alinearlo. Si lo consiguen, el futuro del equipo dará un salto de calidad con el que pocos contaban tan pronto.