Un jugador de fútbol con una chaqueta azul con detalles en rojo, amarillo y negro, y una camiseta roja, saluda con la mano levantada.

Nico, ahora o nunca

El Barça sigue buscando un extremo y la opción de Nico Williams se reactiva. Sería, sin duda, el fichaje perfecto.

Parece que el destino, de alguna manera, se apiada de la situación económica del FC Barcelona. En una época en la que los grandes fichajes no están al alcance del conjunto azulgrana, algunas oportunidades de mercado están permitiendo que el club dirigido por Joan Laporta se refuerce con jugadores catalogados con las tres B: buenos, bonitos y baratos. Es evidente que, teniendo en cuenta el momento tan convulso que atraviesa el Barça en lo que a finanzas se refiere, resultaba imposible pensar que se iba a poder fichar al portero del momento, un Joan García que llegará al Camp Nou a cambio de una cantidad ciertamente asequible. Y algo parecido sucede con la posición de extremo, donde se ha reactivado la opción de un Nico Williams que resulta una ganga teniendo en cuenta su momento de forma, edad y proyección.

La parte positiva, sin duda, del presente mercado de fichajes, es que el equipo de Flick tiene la gran suerte de disponer de lo más importante; una base ya construida la temporada pasada, a la que tan solo es necesario añadir alguna pieza concreta para darle la solidez necesaria. Eso y que el curso pasado el Barça brilló con luz propia, tanto en el juego como en los resultados, algo que hace que los jugadores con opciones de venir antepongan el proyecto culé a otras opciones más suculentas en lo económico. Como ya hemos visto los últimos días, este es el caso del pequeño de los Williams, quien parece que ha dado el primer paso para que su nombre vuelva a estar en la agenda culé. El extremo navarro tiene sobre la mesa ofertas de equipos muy potentes, con sueldos astronómicos, pero la opción de vestir de azulgrana, a cambio de un salario más bajo, parece que le seduce tanto o más que las otras posibilidades. 

Jugador de fútbol celebrando un gol con la camiseta del Athletic Club de Bilbao.
Nico Williams con el Athletic | @nicolas_williams9

Nico, a través de su representante, ha mostrado su deseo de recalar en el Camp Nou, eso parece evidente. Algo que, de alguna manera, resultaba condición sine qua non para que las puertas del club culé volvieran abrirse de par en par para el extremo del Athletic. Y con dicho gesto, se ha reactivado de nuevo la ilusión entre el aficionado barcelonista, que piensa con rotundidad que donde esté Nico se pueden ir quitando los Luis Díaz, Marcus Rashford y compañía, a lo que no les falta ni pizca de razón. El atacante navarro es jóven pero consolidado, con experiencia a nivel clubes y selecciones en partidos de máximo nivel. No necesita aclimatación a la liga española, donde resulta ser una de las estrellas. Tiene entre la plantilla blaugrana a varios amigos íntimos, con los que ha compartido y comparte vestuario en La Roja. Tiene el desequilibrio del que carece el Barça arriba, es ya un ídolo de masas y, por si fuera poco, su precio no es desorbitado. Es decir, muchos pros y apenas ningún contra.

Tras la decepción del pasado verano, en la que el pequeño de los Williams decidió finalmente quedarse en Lezama, se dijo que el tren del Barça solo pasaba una vez. Esperemos que no sea así, y que este vuelva a parar en San Mamés, con la esperanza de que el habilidoso extremo del Athletic decida subirse para unirse al proyecto capitaneado por Hansi Flick. Nico es ahora o nunca, ni el Barça ni tú os arrepentiréis. Palabra.