Hace poco más de un año, era considerado uno de los pilares del equipo. Su rendimiento sólido y su capacidad para sostener la defensa fueron fundamentales en una de las mejores temporadas recientes del FC Barcelona. Su nombre era sinónimo de fiabilidad.
Sin embargo, el fútbol no tiene memoria. En cuestión de meses, su figura se ha ido desdibujando hasta quedar relegada a un papel testimonial. Las lesiones, la competencia y la falta de continuidad han terminado por borrarlo de los planes de la dirección técnica.

Flick pierde la paciencia
Hansi Flick llegó al Barça con una idea muy clara: mantener la intensidad, la regularidad y la disponibilidad como condiciones indispensables para todos sus jugadores. Desde el primer día dejó claro que no habría lugar para quienes no pudieran competir al máximo nivel físico.
Pese a algunos intentos por recuperar al futbolista, el técnico alemán ha terminado perdiendo la paciencia. El desgaste de los últimos meses y la falta de evolución en su situación han provocado que Flick tome una decisión firme e irreversible.

El jugador apenas ha tenido presencia a lo largo de toda la temporada. Su participación en partidos oficiales ha sido mínima, y su estado físico nunca ha alcanzado el nivel necesario para competir con regularidad. Ni siquiera en los momentos de rotaciones logró hacerse un hueco.
El vestuario ha sentido su ausencia en los momentos importantes, y eso también ha pesado en la valoración final. Un jugador que prometía ser clave, pero que en la práctica no ha podido sostener ese rol.

Decisión tomada: no seguirá
En las últimas horas, el club ha sido informado de la decisión del técnico. No se cuenta más con el jugador y se le buscará una salida inmediata en el próximo mercado de verano. Tanto Laporta como Deco respaldan la postura de Flick, convencidos de que es el paso correcto.
El jugador, por su parte, ya ha sido advertido. Se le ofrecerán facilidades para encontrar un nuevo destino, pero su etapa en el Camp Nou ha llegado a su fin. Un ciclo que acaba en silencio, sin el brillo que se esperaba cuando llegó.

El futbolista en cuestión no es otro que Andreas Christensen. El central danés, que fue uno de los mejores jugadores en la defensa azulgrana la temporada pasada, ha quedado totalmente fuera de los planes de Flick. Su salida marcará uno de los primeros movimientos de un verano que promete ser agitado en el Barça.